15 de juny 2020

Muros africanos. Rif y Africa del oeste. Otoño de 2019


Playa de Dakar, en competencia con pesqueros modernos

Mauritania, Senegal, Gambia, Rif de Marruecos, Ceuta, Melilla y el Estrecho.

Tren de carga al Sahara
Nouadhibou es el puerto de Mauritania más cercano a las islas Canarias. El desierto llega hasta el mar y de lo que fue una estación de tren, hoy sólo se aprovecha la sombra de los muros que resisten. Espero que llegue el tren de carga con 250 vagonetas para mineral de hierro. Viene del puerto y su único destino es la mina en Zouérat, 1000 km dentro del Sáhara. Los locales suben gratis y yo también quiero aprovecharlo.

De día arena, de noche estrellas, mil kilometros de desierto

Emir
Emir también espera al tren pero no quiere ir al desierto. Me dice que quiere irse a Europa, que ha visto "La casa de papel" con subtítulos en árabe y francés y que no quiere perderse esa fiesta, que todo en África es una mierda. Su hermano pequeño nos escucha y les insisto en que antes de empezar el viaje han de formarse, hablar idiomas y aprender un oficio.
Suleiman
Chinguetti es un pueblo que resiste el avance de las dunas. Por allí pasaban las caravanas que iban de Timbuktu a Marrakech, de allí salieron los almorávides para renovar el islam hispano. Más tarde fue la joya del extraño espectáculo que empezaba en París y terminaba en Dakar. Suleiman conoce bien la región y viajamos en un 4x4 por los pueblos y oasis del desierto de Adrar, con sus pinturas rupestres y enigmáticos manuscritos medievales. Si el turismo no viene, volverá a llevar pasajeros ilegales en su peligrosa ruta a Europa.

Orgullosas ciudades del desierto en Adrar.

Karim
La costa de Senegal es llana y los ríos Sine y Saloum en su desembocadura, crean un laberinto de manglares y pájaros. Karim nos lleva en su piragua porque no hay camino que atraviese tantos brazos de río y mar. Sabe que hasta Las Palmas hay 1043 km y con un cayuco grande se tarda quince días. Su cayuco es pequeño y no sirve porque hay que llevar mucha gasolina y agua para la travesía . La gasolina hay que comprarla poco a poco y esconderla en los manglares, de la policía y los helicópteros. El viaje empieza cuando el pasaje está completo y hay 140 personas que pagan 1000 euros, tres veces el precio del billete de avión a Canarias. Los amigos de Karim no tienen otra alternativa, porque los pesqueros de los países ricos se quedan toda la pesca y las compensaciones se las queda el gobierno.
Abdalá
Abdalá es pajarero. De los 630 tipos de pájaros que hay en Senegal, la mayoría  se pueden ver en Tubacuta. A los ornitólogos buenos, les gustaría ver los 8.000 tipos de pájaros que hay en el mundo y Abdalá les ayuda. Sus prismáticos y su libro "Birds of Western Africa" son sus herramientas de trabajo y lo ha aprendido de los amigos que le han invitado a ver los pájaros de España. Después volvió a Senegal porque es muy bueno en su trabajo, le gusta y se lo está enseñando a su hijo.
¿Donde van los pájaros cuando tienen sueño?

Mohammed
Mohammed es de Badja Kunda, de Huesca y de Barcelona. Trabaja de enfermero en el mismo centro de asistencia primaria del Poble Sec que Conxita. También es árbitro de fútbol y corredor de medio fondo. Entre sus múltiples identidades es serahule de Gambia, catalán y aragonés de España. Nos lo cuenta cenando en Bakau, mientras en la cercana playa gambiana, los jóvenes aprovechan la marea baja para jugar a futbol, descargar la pesca, esperar la hora del rezo y soñar con ir a Europa.

Playa de Gambia en Bakau. Pescado más fresco imposible

Luisa
Ceuta es una ciudad entre un triple muro, que pueden cruzar los marroquíes de Tetuán, y otro muro que es el Estrecho de Gibraltar. En la ciudad hay más musulmanes de lo que dice el censo porque muchos están esperando una ocasión para pasar a Europa. Seguramente viven menos cristianos que en el censo porque los censados tienen una rebaja del 60% en la base de sus impuestos. He alquilado una habitación en casa de Luisa, en un barrio muy mixto, y me explica lo mal que lo pasa el Cristo de Medinaceli en su procesión de Semana Santa, desde su capilla en el barrio moro del Príncipe hasta la iglesia del Centro. En El Príncipe votaron 90% al PSOE y 2% al PP y Vox, en el Centro 5% al PSOE, 42% al PP y 46% a Vox.

Muros de Melilla. El mar hasta Málaga es otra barrera.

Rosa
A Melilla llegan unos 10 menores marroquíes cada día, muchos a pie junto con sus padres, porque son de la región de Nador y no necesitan visado. Se quedan y buscan la manera de seguir a Europa. Muchos viven en la calle o en centros de internamiento. La Purísima tiene 850 menores y en 5 meses ha aumentado en 300. He alquilado una habitación a Rosa y me dice que los marroquíes tienen más hijos porque reciben más beneficios sociales y así aumenta su poder político. El presidente de Melilla es de Ciudadanos, con un regidor que sumado a los 8 musulmanes de Coalición por Melilla y los 4 del PSOE, superó a los 10 del PP y los 2 de Vox. El presidente cesante del PP lo fue durante 20 años y la primera acción del Ciudadano fue aumentarse el sueldo al máximo permitido.
Abdalah en la Plaza Tetuan
Abdalah vive en un banco de una plaza que se llama Tetuán y está en Barcelona. Es de Nador y su familia construyó una casa con el dinero que enviaba. Ahora con el Covid no hay trabajo y han cerrado la pensión. Vive en la plaza esperando que se abra la frontera y haya algún bus a los puertos del sur y a Melilla. Agradece la comida que le dan y explica que mañana se abre la mezquita y recibirá comida halal.
La frontera del Estrecho es la frontera más desigual del mundo y une los dos lados. "Europa Sur", el diario del Campo de Gibraltar, informa de la recogida de la fresa. 15000 mujeres marroquíes repetirán y 5000 será nuevas. Hay 10000 plazas para trabajadores españoles, pero el año pasado sólo se ocuparon 200.
En 2014 los emigrantes eran el 14% de los contratos de trabajo. En 2019 han sido el 38% y crece. Nuestro futuro es tan africano como lo fue nuestro origen.

Boda en Chinghetti con invitado blanco.

Mauritania desde Canarias.
El primer viaje empezó en Las Palmas de Gran Canaria. Air Mauritania tiene un vuelo diario y era una opción. En sus calles se juntan europeos que huyen de su mundo rico y africanos que lo buscan. De Europa hay jubilados que con su pensión compran buen clima y jóvenes que buscan la ola perfecta. De África llegan los ricos que buscan El Corte Inglés y los que sueñan con una vida mejor en el mundo de los blancos. En Canarias la crisis de Thomas Cook recuerda que el turismo de turoperadores y sueldos de miseria no es una buena idea. Preocupan la caída del turismo alemán y los disturbios en las calles de Barcelona. En Canarias la emigración ha sido la solución a todos los problemas. Cuando los barcos repostaban en sus viajes a las colonias americanas, era condición que por cada 100 toneladas de mercancía exportada emigraran 5 familias. El Puerto de la Luz sigue siendo un eslabón en el comercio con América y África del Oeste y ahora las montañas que rodean la ciudad son buques con gigantescas grúas y plataformas petrolíferas.
Ilustres emigrados de Las Palmas fueron Benito Pérez Galdós, que se quedó sin Nobel de Literatura porque no gustaba a la Iglesia, y el doctor Juan Negrín, seguidor y mentor de los dos únicos Premios Nobel científicos españoles, Ramón y Cajal y Severo Ochoa. El compromiso de dirigir la República en su lucha contra el fascismo le apartó de la ciencia y en Las Palmas se le recuerda.
Nouadhibou está a poco más de una hora de vuelo. Es una ciudad entre mar y desierto, en la frontera de Mauritania con un pedazo de Marruecos en el que las Naciones Unidas afirman que los saharauis tienen derecho a un referéndum. Su calle principal es una cinta de asfalto que resiste a la arena y que forma parte de la única carretera segura entre el norte y el sur de África.
El Sahel es un territorio inseguro cruzado por muros físicos y mentales en muchas direcciones. Un catálogo de conflictos antiguos y nuevos que ya han llegado al mar. Hace doce años el País Dakar abandonó su país estrella y tres miembros de una ONG catalana fueron secuestrados en esta carretera. Ahora los chinos han sustituído en el comercio a indios y libaneses, y compiten con los franceses en la compra de minerales. Los mauritanos son moros blancos, moros negros y africanos. Los españoles guardia civiles, instaladores eólicos, cocineros y viajeros.

Greta atravesando el desierto sin pagar.

En la derruida estación en que parará el tren minero está Greta. No se llama así pero casi, ha venido en autoestop desde Baviera porque no coge aviones, es vegetariana y se protege de los mosquitos con remedios naturales. Unas mujeres la ayudan a ponerse correctamente la "mehlfa", la tela de 4 por 1 metros con que se visten las mujeres en este rincón del Sahara. Somos los únicos "tubabs" en este pedazo de desierto y cuando viene el tren subimos a la misma vagoneta. Greta quiere ir a Malawi en couchsurfing, pero esta noche es ella quien me acoge porque me ofrece una de sus dos camas. Ha colgado su hamaca en la vagoneta y aprovecha la colchoneta para su sesión de yoga.
La mitad del viaje se va en mirar el desierto y la otra mitad en mirar las estrellas. La vía transcurre a pocos metros de la frontera. En el primer tercio tiene señal telefónica mauritana, en el segundo tercio marroquí y en el tercero no hay señal porque es territorio que Marruecos mantiene fuera de su muro verde.
Choum está a mitad de camino, nos hemos dormido y el choque de las vagonetas al parar nos despierta con tiempo justo para saltar a tierra y encontrar un vehículo hasta Atar. Es la capital de la región de Agrar y cuando el absurdo rally que venía de Paría se trasladó a Sudamérica hace doce años, los aviones con turistas dejaron de volar. Hace dos años volvieron, un vuelo a la semana en temporada, y todos sueñan con un segundo. Francia quiere proteger el turismo en sus territorios y la geopolítica marca. Para Inglaterra, la franja del tren y la región de Agrar son zona muy peligrosa "Not go". Más al este, hacia Mali, coinciden que es tierra de nadie.

Contabilidad y rezos de caravanas de Timbuktu a Marrakech

En Chinghetti algunas familias guardan libros muy antiguos. Es su misión y enseñan con orgullo Coranes manuscritos en piel de cordero poco después de la huida de Mahoma a Medina. El mejor mirador de la puesta de sol es la gran duna que amenaza con devorar la ciudad antigua. Tumbados en la arena comento con Sidi, mauritano que tiene una "maison d'hôtes" en Atar y ha contratado a Sylvie, que es de Montpellier. Los almorávides que lucharon contra otro Sidi, el Cid castellano, venían de Atar o de Marraquech y eran monjes guerreros que ahora son venerados en la historia musulmana. También son un modelo para los violentos y cenando en Chinguetti comparten experiencias de fronteras y desiertos.
En el pueblo hay una boda y todo el mundo está invitado a la música y al baile. Para la ocasión estreno bubú blanco y turbante negro. Los únicos blancos somos Sylvie, yo y las chicas que se han excedido con maquillaje blanqueador.
Ouadane, Tanouchert, Mhaireth, Terjit. Oasis, palmerales, pueblos vacíos y pinturas rupestres en el límite del gran vacío de arena, hasta un control militar donde espero un transporte a Nouakchott, 450 kilómetros en que el Sahara se convierte en Sahel mientras paramos para las oraciones, comprar leche de camella y beber te con menta.
En la capital el mercado está lleno y el museo vacío. Es excelente y guarda los trabajos del sabio francés Théodore Monot, que llegó a 90 años porque vivía en el desierto y se alimentaba de dátiles y te. El Sahara se desertificó entre el 20.000 y el 10.000 aC. Se pasó de frutas, caballos y caza a cabras, camellos y cereales. Quizá la revolución agrícola del Neolítico fue la respuesta a una emergencia climática. Quizá la revolución industrial en el norte de Europa, el paso de combustibles vegetales a combustibles minerales, también fue la respuesta a otra emergencia climática.
Los bereberes, las tribus del desierto, emigraron por el clima, entraron en conflicto con otros grupos y quizá llegaron a Iberia.
Abdalá es un moro blanco y me dice que los intentos de abolir la esclavitud han de considerar que es una solución para personas mayores de poca formación que tienen en sus dueños una protección ante la vida. El parlamento mauritano la ha abolido tres veces, lo que da idea del poder limitado de las leyes. Me explica que los mauritanos bereber esconden su origen porque la casta superior son árabes. Desprecia a los mauritanos negros de origen wolof, soninké o fula. La violencia en el Sahel es cíclica y difícil.

Si no hay pesca, las pirogues se van a Canarias.

La arena de la playa es un festival de piraguas pintadas en todos los colores. La mayoría no salen a pescar porque no pueden competir con los modernos barcos españoles, portugueses o japoneses que están en el puerto nuevo. En Somalia pasó lo mismo hasta que empezaron los secuestros. Aquí muchos piensan que Canarias está cerca.
Desde Mauritania se llega a Senegal en un barco que atraviesa el río. Pero la frontera mauritana de Rosso está controlada por bandidos. Son policías fuera de servicio compinchados con los policías que están de servicio. El jefe de los bandidos me lleva al despacho y me dice que asistió a cursos de la policía española en Murcia y que tiene un amigo poli en Barcelona que se llama Pepe. Lo arreglamos cambiándole mis divisas mauritanas por las senegalesas a un cambio que le beneficia. Me ha costado dos horas y quince euros pero anochece, la mezquita llama a la oración, he de encontrar una piragua para cruzar el río Senegal y después un "Sept places" hasta Saint Louis. Son Peugeots contemporáneos a De Gaulle, historia y chatarra con más averías que años.

Saint Louis. Puerto de esclavos, aeropuerto y en marea baja, campo de futbol.

Senegal. Saint Louis, Dakar y delta del Siné-Saloum.
Saint Louis fue la capital del África occidental francesa y su aire colonial recuerda los enclaves comerciales y esclavistas que fueron en el siglo XVIII Cap Haitien o Nouvelle Orleans. De noche solo puedo cenar en el sencillo restaurante de Abdelaziz. Es un pulaar y forma parte de los grupos nómadas de la franja norte del Sahel. Habla wolof, la lengua franca del Senegal, pero su idioma le permite entenderse desde el lago Chad al mar. Me quiere convencer de los cinco preceptos del islam. Allah, rezos, generosidad, ayuno y viaje. No me parecen mal, como tampoco me parecen mal los diez preceptos de los cristianos. Estoy acostumbrado a llegar invocando al dios musulmán, "Hola", y marchar invocando al cristiano, "Adiós".
Sus hijas son más mundanas. Cuando el padre no está me preguntan palabras de castellano y les enseño algunas aplicaciones para aprender idiomas. La cena es buena pero un día más sin cerveza.
En la playa las barracas llegan hasta el agua. Cuando la marea baja, queda espacio para un partido de fútbol que se detiene cuando llega a la arena un cayuco con pesca que descargar. Por la noche la vida se acelera entre rezos, fútbol y tambores.
Saint Louis era una de las etapas de la Aerospatiale. Un museo y el único bar con alcohol recuerdan a los pioneros del correo aéreo. Empezaron en Toulouse, crearon etapas hasta Santiago de Chile, todos sabían que morirían volando pero les gustaba. Mermoz cayó en el desierto, bebió agua del radiador, enfermó y sus rescatadores lo vendieron a los franceses. Guillaumet volvió después de seis días perdido en la Cordillera y destrozar su avión en un glaciar. Saint Exupèry sabía escribir. Había sido periodista en el Madrid del "No pasarán". Cayó al desierto y se le apareció un niño que le pidió que le dibujara una cabra y después se marchó a cuidar su rosa en el planeta del que era Principito. El libro en que lo contó es el más vendido de la historia.
Minibus a Dakar con horas de espera hasta que se llena. Los europeos tenemos los relojes pero los africanos tienen el tiempo. Siete horas para 250 kilómetros. Tiempo para leer "Celles qui attendent" de la senegalesa Fatou Dione. La emigración clandestina vista por las madres y las esposas. Barcelona es el destino pero el objetivo es el regreso a casa como triunfadores.

Dakar es una gran ciudad invadida por el campo.

Dakar es especial. Conxita llega al moderno aeropuerto construído por una empresa turca y conectado a la ciudad por una autopista china que se querría continuar hasta Costa de Marfil. En África la primera migración fue a las ciudades y en cien años Dakar ha pasado de nada a millones de personas. Es una ciudad amable, sin armas ni violencia. El barrio de la Medina es nuevo pero el campo ha invadido la ciudad. En los patios de las casas hay cabras y las calles sin asfaltar son talleres de artesanos. En Plateau hay parejas mixtas y apartamentos modernos. El monumento a "La renaissance africaine" mide quince pisos y ha sido construido por una empresa de Corea del Norte especializada en monumentos absurdos y enormes a bajo precio.

"La renaissance africaine", orgullo africano y técnica norcoreana.

Senegal no tiene riquezas minerales y no se hacen golpes de estado por la pesca o los ríos. El cercano Niger es más pobre y violento pero es rico en uranio. Allí también mueve los hilos Francia y paga por el mineral tres veces menos que a Canadá o Kazakhstan.
L'ile de Gorée era el almacén de esclavos pero en la memoria histórica de Francia se pasa de puntillas. El primer presidente senegalés, Senghor no renunció a la ciudadanía francesa y fue miembro de l'Acadèmie Française. Se oculta la cara oscura y se destaca la misión civilizadora. La cercana Ghana tuvo como primer líder al revolucionario Nkrumah y el relato de la esclavitud que se explica en los fuertes de Elmina y Cape Coast es contundente.
En el hotel de Dakar hay españoles y coincidimos activistas culturales, ONGs, viajeros y policías. La Unión Europea ayuda a frenar la emigración clandestina y mantiene a Senegal como el país más estable de África Occidental por medio de palos y zanahorias.
Omar nos lleva al sur. Islas construidas sobre millones de cáscaras de moluscos y pequeños bosques de baobabs. Nos explican que cristianos y musulmanes conviven amigablemente. Sólo lo repiten diez veces. Omar nos explica que tiene cinco hijos y que ha perdido a cuatro amigos en la aventura del viaje a España.
El límite de la costa es Djifer. La playa del este tiene peces de río, la del oeste peces de mar. Cuando baja la marea hay marisco y el olor a pescado podrido está por todas partes. Dormimos en una cabaña de un campement junto a la playa y tenemos tres horas de electricidad. En la playa hay carreras de piraguas y como somos los únicos blancos, nos saluda la autoridad de más respeto. Le felicitamos por las carreras y nos explica que la semana pasada vinieron unos turistas franceses. Los tambores siguen sonando toda la noche hasta que en la madrugada el protagonismo son otra vez los rezos a Allah.
Karim nos guía por el laberinto del delta de los ríos Sine y Saloum hasta Tubacuta y Abdala nos enseña los secretos de la vida de los pájaros en este paraíso animal cercano a Gambia.

Delta de los ríos Sine y Saloum en Djifer. Un fin del mundo.

Gambia. Excepción en inglés
Gambia es el país más pequeño de África y el final de este viaje. Una anomalía en inglés en medio de la francofonía. La potencias esclavistas se disputaban las islas cercanas a la costa para construir almacenes de esclavos. Fort James, en mitad del río Gambia, valía y la ocuparon holandeses, portugueses, franceses y por fin, ingleses. Ahora el principal atractivo turístico es el poblado de Kunta Kinte, el esclavo mandinga protagonista de la serie "Raíces".
Llegar en avión a Gambia no requiere visado pero la policía de las aduanas terrestres tiene su propio negocio. Nos piden 60€ y después de negociar quedamos en 40€. El negocio que gestiona la policía de carretera es más barato. Detienen a nuestro taxi camino del aeropuerto y buscan un motivo. No llevo abrochado el cinturón y me informan que inmovilizarán al taxi para llevarlo a juicio. Falta poco para la salida del avión y pregunto por el importe de la multa. 6€ son suficientes y podremos seguir.
Gambia es un destino estrella de viajes baratos, pero fuera del gueto turístico, en los mercados de Serekunda, Banjul o Bakau, se ve un África vitalista en el país más pobre del viaje.

Playa gambiana en Bakau. Ahumar el pescado para conservarlo.

No ha ayudado la inestabilidad política. Los donantes internacionales forzaron al último dictador a convocar elecciones. Las perdió pero como no lo aceptaba, una misión militar de ECOWAS, las Naciones Unidas con soldados de África Occidental, le convencieron para exiliarse a Guinea Ecuatorial. Años antes un golpe militar fracasó por la intervención de Senegal y sirvió para una unión como Senegambia que duró poco.
Además, playas, pesca, pescado ahumado, campos de fútbol en marea baja, museos coloniales que justifican la "female circumcision" y el honor para un africano de morir en las guerras de los ingleses, porque en Birmania durante la Segunda Guerra Mundial solo dos de cada diez soldados ingleses eran blancos.
Para votar en España dejo la continuación a Guinea, Bissau, Sierra Leona y Liberia para otro viaje. El dictador de Gambia se perpetuaba manipulando elecciones. En Africa reforma constitucional quiere decir que el presidente prolonga su mandato. En el occidente rico y atlántico se manipulan conflictos territoriales para gobernar con pocos votos. Las próximas elecciones en España, Inglaterra y Estados Unidos son un ejemplo. Un trío de las Azores, trileros constitucionales, que también protagonizaban el comercio triangular con esclavos africanos.

Paco de Lucía despide en Algeciras. "Entre dos aguas"

Estrecho de Gibraltar y Rif. Frontera norte, frontera sur.
Un viaje entre fronteras, de Algeciras a Málaga por el norte de Marruecos. Frontera norte o frontera sur según se mire. Los europeos hemos quitado muros al Este y los estamos construyendo al Sur.
El Estrecho lo forman cuatro ciudades que pertenecen a tres países, hablan cinco idiomas y comercian de varias formas. Las mercancías llegan al sur en ferry y a hombros de mujeres porteadoras. La marihuana marroquí y la cocaína colombiana llegan al norte en lanchas rápidas. Los migrantes intentan llegar al norte como pueden. Las identidades viajan en nuestras emociones, y los abogados y financieros blanquean los beneficios ilegales en Gibraltar y la Costa del Sol.
Algeciras es una puerta del Estrecho y la Plaza Alta, el centro del barrio cristiano, está llena de banderas españolas. En los bares toman cerveza grupos de jóvenes que pueden ser policías o militares. A pocos metros, en el barrio del puerto de Al Jazeera se come con las manos en mesas compartidas y no se bebe alcohol. El te se acompaña con pastelitos de frutos secos y miel. Por la noche la calle se convierte en un mercado de segunda mano. "Moroloco", un libro de Luis Esteban, escritor y policía nacional de Algeciras, es un buen referente aunque sesgado porque los imprescindibles corruptos son guardia civiles y políticos.
El comercio en el Estrecho es el juego del gato y el ratón. Para secuestrar a un petrolero iraní, Estados Unidos dio mucho dinero a su capitán indio para que lo llevara desde Gibraltar a un punto de aguas internacionales. Con las motos de agua han aumentado las entradas ilegales por mar. Hay ferries cada hora a Tánger y Ceuta aunque en invierno casi no llevan pasajeros. De esos comercios sobrevive Ceuta, aunque ayudan los sueldos de muchos empleados públicos y los intentos de atraer con baja fiscalidad a empresas del juego fugitivas de Gibraltar por el Brexit.
Tánger es la "Casablanca" de la película, con un puerto moderno, Tanger Med, con tren, autopista y muelle militar, para liderar el comercio marítimo del Estrecho y África occidental. En la Medina se recuerda el paso de muchos intelectuales cuando su población era internacional. Ahora es marroquí, se conserva el francés y el único español citado es Juan Goytisolo. Un premio Cervantes nacido en Barcelona, de nombre vasco, que vivió en Marrakech y supo ver España desde el otro lado del muro.

Rincón de la medina de Tánger. Cerca de la ciudad moderna.

En Tetuán te entienden mejor en castellano porque fue capital del protectorado español y pueden viajar a Ceuta. De allí salieron los aviones de Hitler que trasladaron al ejército africano a España y le permitieron ganar la guerra. El Rif se llamaba Mauretania cuando los romanos, mucho antes del islam, y la gente era mora antes que musulmana. Los abuelos lucharon con Abd-el-Krim contra los españoles y cobraban rescate por los prisioneros. Los padres con Franco en la guerra y cobraban saqueando los pueblos ocupados porque el sueldo se lo quedaba el sultán. Los hijos intentan atravesar a España para labrarse un futuro en Europa. En los viajes te cuentan cosas las personas que encuentras y los libros que lees. "El pan a secas", de Mohamed Chukri y "El tiempo entre costuras", un libro y serie de éxito, ayudan a entender esa tierra y la compleja relación con España.
Con autobuses y "grand taxis" voy saltando de ciudad en pueblo, y en los pueblos del Rif no hay alcohol, pero en Ketama, a 1500 metros de altitud y mucho frío, me ofrecieron una tableta de hachís por 10 €, unas diez veces menos que en España. En Marruecos no es legal pero en ese clima es lo único que se cultiva y hay gente poderosa en el negocio.


El islote en la bahía, Peñón de Alhucemas, queda del imperio que fue.

Siete horas de bus a Al Hoceima y cinco más a Nador y Melilla. Después de perder la colonias de Cuba y Filipinas, España quiso participar en el reparto de África. Le tocó lo que sobraba. El Rif, un lugar del que no podía sacar nada y lo podía perder todo. En el Barranco del Lobo, por una mezcla de incompetencia y corrupción de los generales españoles, murieron muchos soldados. El gobierno quiso enviar reservistas y desencadenó la Semana Trágica. Enviar a morir a jóvenes pobres, que no podían pagar para ser excluídos, era un crimen de estado. En Annual se repitió el desastre y murieron miles. Cuando el gobierno preparaba retirarse, el líder Abdel Krim cometió el error de atacar a los franceses y ellos plantearon a los españoles un desembarco en la bahía de Alhucemas. Es un lugar bellísimo manchado de sangre. Una larga playa rodeada por acantilados a la que se llega por un escarpado valle. Muy cerca hay un islote que España todavía reclama como suyo. Esas posesiones ahora son una pesadilla. Las islas Chafarinas, otra surrealista posesión española al este de Melilla, han recibido embarcaciones con migrantes en sus islas desiertas que han obligado a los seis soldados de guarnición a echar una mano.
Nador tiene conexión con el Marruecos próspero de las ciudades imperiales, pero se percibe que su negocio es la cercanía a Melilla. Subsaharianos pasando el tiempo en espera de encontrar una brecha en los muros. El monte Gurugú tiene vallas para impedir campamentos y el puerto es compartido. El muelle este es de Nador, el oeste es de Melilla. Supermercado de productos nuevos en el lado español. Mercado callejero de segunda mano en el marroquí.

Luces de Navidad en Melilla. También hay para fiestas musulmanas.

Melilla la Vieja es una ciudad fortaleza rodeada de acantilados. Las guerras siempre son negocio para alguien y cuando las guerras coloniales, un discípulo de Gaudí construyó una ciudad con edificios modernistas, la mayoría encargados por comerciantes judíos que hacían negocios con los sefardíes expulsados de España a Marruecos. Ahora los únicos trabajos legales para los peninsulares son funcionarios, puerto y aeropuerto.
Una estatua recuerda al soldado de reemplazo y lo presenta, sin ironía, como precursor del turista. Otra estatua recuerda al coronel Franco que allí empezó su sanguinaria carrera. Los muertos de los desastres coloniales comparten cementerio con los asesinados en la sublevación contra la República. En Melilla se adelantó un día y la guerra civil ya había terminado cuando empezaba en el resto de España.
Melilla, como Ceuta, parece un espacio entre muros y el siguiente muro es el mar de Alborán. Seis horas de ferry hasta Málaga por la frontera que une y separa la mayor desigualdad del mundo.

Las Palmas, Mauritania, Senegal, Gambia.

Algeciras, Melilla, Tánger, Tetuán, Al Hoceima, Nador, Melilla, Málaga.

Detalles del viaje

Viaje de 15 octubre a 3 noviembre de 2019. Vuelo a Las Palmas de Gran Canaria. Vuelo a Nouadhibou. Viaje en vagón de carga de tren minero por el desierto hasta Choum. Furgoneta compartida hasta Atar. Alquiler de 4x4 con guía a Chingueti, Ouedane y los oasis y desierto de Adrar. Bus y caminadas en Nouakchott. Bus a la frontera de Rosso y paso en piragua del río Senegal. Taxi compartido a San Louis. Bus a Dakar. Llegada de Conxita en vuelo desde Barcelona. Ferry a Isla de Gorée y caminadas por los barrios de Dakar. Medina, Plateau, Soumbedioune y Almadies. Alquiler 4x4 con conductor hasta Djifer en el delta del Siné-Saloum. Piragua hasta Tubacuta. Taxi a la frontera con Gambia en Karang. Bus a Barra y ferry a Banjul. Bus y taxi a Serekunda, Bijilo y Kachikally. Vuelo a Barcelona. Estancia en campements, hostels y hostales.

Viaje del 22 noviembre al 2 diciembre de 2019. Tren a Madrid y Algeciras. Ferry a Ceuta, caminata monte Hacho y centro. Bus a frontera y grand taxi a Tánger. Estancia y caminata en la Medina. Bus a Tetuán. Bus a Al Hoceima, caminata bahía y acantilados. Bus a Nador. Bus a frontera y caminada a Melilla. Ferry a Málaga y tren a Barcelona. Estancia en casas particulares, hostels y hostales.

11 de juny 2020

Caribe hispano. Cuba, República Dominicana, Haití y Puerto Rico. Primavera de 2019 y verano de 2008


Idioma, mestizaje y nostalgias en las islas que fueron principio y fin para España.

Colmado en Santo Domingo. Patrimonio musical de la humanidad

Cuba. Verano de 2008
La ruta entre Guantánamo y Baracoa tiene tramos de cemento para que no se la lleve el próximo huracán. Verano de 2008, llueve, nuestro coche es el único en la carretera y bajo un mango hay un negro haciendo autoestop. Luis también va a Baracoa, al hospital porque es el director del servicio de cirugía. Hoy no hay bus porque se ha averiado y con el bloqueo es difícil conseguir repuestos. Conxita es médico y comentan sus libros de universidad. Traducciones del inglés y del ruso al castellano. Descubren que ambos tenían un abuelo gallego. Uno emigró a Cuba y otro a Barcelona. En Baracoa nos despedimos con un abrazo. Nuestros hijos, Guille y Alicia, han seguido apasionados la conversación.
En Santiago de Cuba habíamos alquilamos un coche. Éramos cuatro y el coche tenía cinco plazas. Mil seiscientos kilómetros y diez días después, del Oriente cubano a La Habana, siempre habíamos cargado algún pasajero. En Cuba la sanidad y la educación son excelentes pero el transporte es un desastre. Quizá por las dificultades del bloqueo posterior a la revolución, pero las conversaciones fueron inolvidables.
“Mi hijo se fue a Miami y allí se casó con una mexicana, pero yo ya sabía que eso no iba a funcionar. Ahora vive con una cubana que es de una familia de mi barrio de Camagüey. Yo conozco a su madre y ahora está bien.”
“Mi hija es médico y trabaja en las misiones en Venezuela. Gana más y en el pueblito le hacen muchos regalos. La última vez que vino nos trajo un televisor. Pero yo sufro mucho porque allí hay violencia. La gente toma mucho y todos tienen armas.”
“Ustedes tienen un rey, ¿cómo les va?, mi abuelo vino de España y me explicaba que entonces había uno que se llamaba Alfonso.”

Rincón de La Habana visto des del esqueleto de un tren colonial

El Caribe hispano lo habíamos leído en los libros de Alejo Carpentier, en las canciones de Pablo Milanés o Rubén Blades y se parecía a lo que vivíamos.
En la bahía de Santiago se recuerda la batalla en que Estados Unidos hundió la flota española sin sufrir bajas. Los americanos provocaron un incidente, contaron mentiras en la prensa, declararon la guerra y se quedaron con el botín. No fue la última vez que lo hicieron. En España el desastre se ceró con una frase estúpida: “Más vale honra sin barcos que barcos sin honra.”
Santiago de Cuba está muy cerca de Haití. De allí llegaron los colonos franceses que huían de la revolución de los esclavos. Volvieron para hacer lo que sabían, ingenios azucareros donde trabajaban esclavos. Cerca está la Sierra Maestra donde años más tarde unos jóvenes empezaron otra revolución.
Nuestro viaje fue entre el “Período especial”, cuando Cuba sobrevivió a la desaparición de la Unión Soviética, y la mejora de relaciones con la administración Obama. El presidente Obama, que era negro, saludó a Raúl Castro durante el funeral de Nelson Mandela, que también era negro. Ante el escándalo, tuvo que recordar que Cuba ayudaba a Mandela cuando Estados Unidos lo definía como terrorista.
Nuestra ruta siguió por Guantánamo, Baracoa, Holguín, Trinidad, Camagüey y La Habana. Incluyó entrañables visitas a asociaciones de sordos en Santiago y Holguín, con un gran nivel en educación, deporte y socialización. El nivel de la comunidad sorda es un buen indicador de la capacidad de una sociedad de no dejar nadie atrás, porque los sordos lo tienen más difícil.

Santo Domingo. Colon nunca supo donde llegó pero ahí dejó sus huesos.

República Dominicana.
Un domingo por la tarde de la primavera de 2019. En dos horas, salen de Barajas cuatro vuelos hacia la República Dominicana. Tres van a Punta Cana y uno a Santo Domingo. Unos van llenos de españoles y el otro de dominicanos. Dominicana vive de turismo, remesas, puros y ron. También del oro de la mina de Pueblo Viejo, en la que Colón ya encontró pepitas cuando llegó al Caribe.
Las pequeñas islas vecinas forman parte de la constelación inglesa. Antes importaban esclavos y en ellas los piratas enterraban sus tesoros. Ahora los ricos de todo el mundo siguen haciéndolo. Las deudas de todo eso se juzgarán en el Juzgado de lo Mercantil del Juicio Final.
En cada esquina de Santo Domingo hay un colmado. Se compran latas, papel higiénico y botellas, se bebe, se oye música y se conversa. Al atardecer se juega al dominó y algunos bailan. Si no hay espacio, se baila agarrado o en la calle. Nos invitan a compartir cerveza y hablamos de música. Hay una línea ascendente de la bachata al merengue y al bolero. Las historias que cuentan son más complejas pero siempre va de amor. La República Dominicana es un patrimonio musical de la Humanidad.
Domingo en la mañana, fuera de la Zona Colonial, han intentado robar el bolso a una canadiense. Ha caído, tiene sangre y la ayudan los del colmado.  Conxita la tranquiliza hablando en francés durante una exploración neurológica típica del vudú occidental. La chica trabaja en la embajada en Haití y había venido a Dominicana para relajarse.
En Santo Domingo, Colón está muy presente. En su catedral se encontraron unos huesos que quizá eran suyos y el edificio más antiguo fue la residencia de su hijo. En Haití está la presunta ancla de la Santa María, su nave. Los edificios antiguos ahora son instituciones culturales como la Academia de Ciencias o la Sociedad Bibliográfica. Hay una amplia lista de entidades asociadas y sorprende la falta de alguna entidad española. España se vive como algo lejano y áspero. Lo cercano son los gallegos, canarios, catalanes, amigos conocidos, Serrat, Sabina...
En el Panteón de la Patria hay próceres y patriotas. No está el sanguinario dictador Trujillo. En el cementerio de El Pardo espera a la momia de su amigo Franco. Después de asesinar a las tres hermanas Mirabal, iconos de la democracia, Trujillo ya no era útil para la CIA que le había protegido por miedo a la revolución cubana. Terminó la fiesta del chivo y las primeras elecciones las ganó el reformista Juan Bosch. Demasiado para los USA que invadieron el país e impusieron a su hombre, Joaquín Balaguer, otro apellido catalán.
Las hermanas Mirabal. Patria, Minerva y Teresa. Su asesinato deribó a Trujillo

Alquilamos un coche para ir del Caribe al Atlántico, atravesar la cordillera central hasta Santiago de los Caballeros y viajar en bus a Haití. La primera etapa es Las Terrenas, un enclave de turismo en la península de Samaná con kilómetros de playa de arena fina, palmeras y agua cálida. Una relajada colonia muy francesa lejos de los resorts tipo Disney de sol y playa al este de la isla, en Bávaro y Punta Cana.
La cultura francesa marca sus límites. Indican la tienda de productos franceses y la de productos locales. Pero en la calle hay dominicanos de Miami que mezclan castellano con inglés, franceses que hablan español con acento caribeño y haitianos que disimulan el acento créole. En 1937 en la Masacre del Perejil, Trujillo ordenó matar a miles de haitianos pobres en un conflicto de fronteras. Como los campesinos eran iguales, pronunciar bien "perejil" era la salvación. Si tu lengua era francés o créole no podías. Para borrar las protestas internacionales, pagó una indemnización y aceptó a republicanos españoles y judíos refugiados de otro fascismo. Así quería blanquear la población de la República.
Jeanne nunca ha estado en Haití en los 15 años que vive en Las Terrenas. Dice que es sensible y no soportaría ver a niños que le piden dinero y lo pasan mal. Escuchó las conversaciones de los "humanitarios" que le llenaron el hostal a mitad de febrero, cuando las embajadas ordenaron a sus nacionales abandonar Haití por los conflictos políticos y la violencia. El desayuno en el hostal es un canto al mestizaje. Somos la única pareja no mixta. Las otras son tres alegres familias de europeo y dominicana.
Larga y hermosa ruta de montaña y costa hasta Santiago de los Caballeros. La península de Samaná, con isletas, caídas de agua y ballenas retozando. La costa norte, un paraíso del wind y el kitesurf. República Dominicana tiene las montañas más altas del Caribe y a pesar de una fuerte sequía, hay una vegetación que se recupera de pasados excesos en la tala de árboles.
Santiago es la tranquila segunda ciudad del país. El periódico, "El Nacional, la voz de todos", explica que Trump ha citado a los presidentes de Dominicana, Haití, Jamaica, Bahamas y Santa Lucia a la lujosa urbanización que su familia comercializa en Miami. Quiere que le apoyen en su plan de echar a Maduro de Venezuela y que le compren cosas en lugar de comprarlas a China.

Sans Souci y Citadele Laferière. Pesadilla de un esclavo emperador

Haití.
Una larga jornada, en un bus en que la nota de color la damos nosotros, nos lleva al norte de Haití. Ese día no hay mercado en la frontera de Dajabon y no nos detenemos. Los agravios  antiguos entre los dos países y su diferencia de renta dan para mucho comercio. La República Dominicana tiene una renta per cápita diez veces mayor que Haití, es la frontera con mayor diferencia del mundo. La Española, la isla que comparten los dos países, es demasiado pequeña.
La primera República en América la hicieron unos colonos contra su rey inglés en 1776 y conservaron sus esclavos. La segunda República la hicieron unos esclavos contra sus colonos en 1804 porque en Francia hubo una Revolución. Hicieron historia pero lo pagarían caro. Francia obligó a Haití a indemnizar el dinero que perdió. Ese dinero era lo que valía la vida de los negros y se terminó de pagar el 1947. Estados Unidos no reconoció a Haití hasta 70 años después cuando tuvo que hacer una guerra civil para abolir su esclavitud.
Haití esta a mitad de camino de África y América. Del vudú y de los cristianismos. Su lengua, el creole, la crearon para entenderse gente que hablaba mandinga, yoruba, fula, francés o español.
Aristide, un sacerdote salesiano reformista, ganó dos elecciones. La primera vez le derrocaron militares cercanos al narcotráfico y la segunda mercenarios entrenados por la CIA. El penúltimo presidente tiene un conjunto musical que no puede actuar en Canadá por sus letras misóginas y violentas. El actual presidente robó los fondos de Petrocaribe, un acuerdo de Chávez para ayudar con petróleo a los países pobres del Caribe. En febrero hubo manifestaciones para que el presidente se fuera y desapareció el turismo.
En la historia de Haití, cada vez que alguien ha intentado reformas, ha pisado intereses de la élite o del vecino del norte. Construir algo nuevo implica cambiar algo antiguo pero con invasiones y boicots no les han dejado. Para compensar, les han enviado ayuda internacional. Al presidente Aristide le organizaron un golpe de estado. Ante el desastre, se le permitió volver pero las reformas impuestas quitaban los aranceles a la importación del arroz y se arruinaron los productores locales. Todo el arroz llegó subvencionado desde Estados Unidos y se producía en Arkansas, que era el estado del presidente Clinton.
Dormimos en l’école Les Poupons, en Cap Haitien que es la capital del norte. Hace 150 años era la ciudad más rica del imperio francés, más que la cercana Nouvelle Orléans. Dos revoluciones, la que proclamó los Derechos del Hombre en París y la que triunfaron los esclavos, en Haití, lo cambiaron todo. Madame Colas  dirige la escuela y alquila una habitación. También es mamba de vudú y nos consigue un chófer para ir a la Citadelle Laferrière y al palacio Sans Souci. Los construyó el emperador Christophe, que antes de la revolución fue esclavo y cocinero. Después fue militar y emperador, pero cuando vio que la fortaleza le protegía de los franceses, pero no de los negros que la habían construido a latigazos, se suicidó.
En la escuela Les Poupons, hay 30 alumnos que pagan 20$ por mes. Como la principal industria en Haití son las ONG, cuando tiene voluntarios, Madame Colas ahorra costes. Lavarse los dientes por la mañana viendo a niños uniformados repetir palabras en francés tiene su gracia.
Bus a Port-au-Prince por la Route Nationale 1 que une las dos principales ciudades. Las primeras 3 horas, la RN1 es una pista de montaña sin asfaltar con poco tráfico. Atravesamos el valle del río Artibonite y sentimos no poder acercarnos al hospital que nos ha sugerido un médico amigo.
Ahora no hay turismo. Los blancos miedosos creen que al bajar del avión unas turbas oscuras se los comerán. No es verdad y sólo hemos de temer a nuestro miedo y al caos del transporte. Caos circulatorio porque en los carrefours no hay reglas. Si eres optimista y crees que el futuro te será favorable, la mejor opción son las moto-taxi. Con ellas hemos recorrido la ciudad en todas direcciones. Tres pasajeros en una moto, zigzagueando entre artísticos tap-taps y lujosos 4x4, esquivando baches, charcos, cunetas y cuando es preciso, en dirección contraria. En Port au Prince vivimos en Haití Communautaire, un interesante proyecto que alquila alojamiento a visitantes y cede sus instalaciones a organizaciones comunales que necesitan espacio en la capital. Gente muy maja.

Centro de Port au Prince arasado por teremotos e invasiones.

Port-au-Prince está marcada por el terremoto que la destruyó en 2010. Probablemente 200.000 muertos en la mayor catástrofe natural urbana de la historia. Paseando por el centro hay muchos solares vacíos y el comercio se hace en la calle. La Grand Rue tiene la mayoría de sus edificios en mal estado y muchos solares derruidos. El Marché à Fer, que fue un destino de turismo de cruceros, ha sido reconstruido pero no hay clientes. A pocos kilómetros, Cité Soleil, el gigantesco barrio de chabolas fue escenario hace unos años de los enfrentamientos entre cascos azules de la ONU y grupos violentos. En otra dirección, la zona residencial de PetionVille, tiene los escasos hoteles y restaurantes. El Hotel Oloffson recuerda los grandes días del turismo. Activistas evangélicos han reemplazado a escritores y espías. En los años 50 era un lugar imprescindible. El único camarero todavía es de aquella época. Los haitianos son gente estupenda, que ha sufrido mucho y sabe superarlo. El turismo volverá algún día porque el país es una maravilla.
Bus a Santo Domingo. Viajamos con un grupo de diez indios que hacen negocios en Haití. La competencia comercial ya es entre India y China. La frontera del sur a Dominicana es una broma. Desorden y controles absurdos. Una única valla rota separa los dos países y no sería problema pasar de un país a otro sin pedir permiso. Con un poco de castellano y de francés es suficiente. Este muro virtual separa la mayor desigualdad entre países del planeta.

El viejo San Juan de Puerto Rico cuando han marchado los cruceristas

Puerto Rico
El ferry a Puerto Rico es un resumen del viaje. El pasaje son dominicanos con mucho equipaje. El camarero es haitiano y está contento cuando hablamos bien de su país. El bote navega bajo bandera griega y la policía gringa de fronteras patrulla por la nave.
El Viejo San Juan está lleno de cruceristas que vuelven a su barco a las cuatro de la tarde y entonces todo queda desierto. Por la noche en Santurce, nuestro barrio, sólo hay un restaurante abierto. Es de españoles y Juan, el camarero de Cádiz, nos canta una chirigota verde. Preguntamos a Manolo, el gallego propietario y cocinero, por unos parientes lejanos de Conxita. Parece que unos Cadierno eran mayoristas de licores hace muchos años. También unos Bacardí llegaron de Cuba cuando la revolución, como antes habían llegado desde Sitges.
Puerto Rico es una colonia. La que le queda a Estados Unidos después de quedarse con los restos del decrépito imperio español. Cuba se le fue con la revolución y a Filipinas la ocupó Japón, un imperio rival. Puerto Rico es el estado más pobre de USA y sus ciudadanos no pueden votar al presidente pero pueden emigrar. Es lo que hicieron al irse a New York los bailarines de West Side Story, un maravilloso avatar de Romeo y Julieta.
En 2013 Puerto Rico estaba en quiebra. Era la Grecia del imperio americano. En 2017 llegó la bancarrota y después el huracán María, con ráfagas de 300 km/h y 3.000 muertos. En algunos lugares se tardó 190 días en restablecer la electricidad. Para los muy ricos no hay mal que por bien no venga, la Teoría del Shock. Trump y los republicanos recortan las ayudas a la reconstrucción y facilitan la emigración. Una isla que se vacíe de locales. Un paraíso tropical sin impuestos a los ricos y con plusvalías que están en la ciudad y las playas. Lo explica la activista Naomi Klein en "La batalla por el Paraíso" con contraportada de Ada Colau y la alcaldesa de San Juan. Los conflictos de PR son modernos. Se parecen a los nuestros y son diferentes de la dureza política de Dominicana y de la dureza social de Haití.
Los demócratas no cierran la puerta a la integración de PR como estado número 51. Los republicanos no la quieren porque pueden tener los beneficios sin pagar las obligaciones. La decisión será del Congreso USA porque los habitantes de la colonia no deciden. Cuando los portorriqueños residen en USA, votan demócrata, como Alexandria Ocasio-Cortez, la joven congresista por New York e icono de la izquierda del Partido Demócrata.
Rentamos un carro y manejamos hasta la reserva natural del Yunque. El único camino en la jungla que no está cerrado por los destrozos del María, permite caminar al punto más alto y ver las orillas del Caribe y del Atlántico. Después vamos a la playa del Luquillo, sin resorts, hoteles ni apartamentos y con 60 puestos de comida.
Ferry de nuevo a Santo Domingo. El Presidente dominicano se reúne con un Vicepresidente de China dos días después de ver a Trump. Le había pedido una rebaja arancelaria para exportar acero a Puerto Rico y botas a los militares de USA. También pide quitar la calificación de país peligroso para que vuelva el turismo.
Complicado encontrar taxi al aeropuerto y Uber nos cuesta menos de la mitad. No pagaremos con tarjeta porque nos han sobrado pesos y el conductor propone cancelar la reserva para ahorrarse el 30% de comisión de la plataforma. Nos explica que en Haití hay terremotos y en Dominicana no, porque aquí creen en Dios y al otro lado de la isla se veneran muchos demonios. Aquí los demonios sólo se invocan para sanar cuando los remedios de la doctora no alcanzan.
Últimas horas en Santo Domingo. Último sancocho en un restaurante. Última librería y arenga del librero sobre Juan Bosch en su lucha contra Trujillo. Último periódico con noticias sombrías de Haití en portada. Último museo en un caserón de conquistadores y piratas. Última cerveza y merengue en un colmado callejero. No te vas nunca de un sitio que sientes como tu casa.

Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico.

Detalle de los viajes.
27 julio al 12 agosto de  2008. Vuelo a Santiago de Cuba, coche alquilado y 1.600 km hasta la Habana. Guantánamo, Baracoa, Holguín, Trinidad, Camagüey y La Habana. En familia: Conxita, Alfons, Guillem y Alicia. Siempre algún autoestopista como quinto pasajero.
16 al 31 de marzo de 2019. Vuelo a Santo Domingo. Alquiler coche hasta Las Terrenas, península Samaná y Santiago de los Caballeros. Bus a Cap Haitien. Visita en taxi, moto y andando hasta la Citadelle Laferrière y palacio Sans Souci. Bus a Port-au-Prince. Muchas moto-taxi dentro de la ciudad y alrededores. Bus a Santo Domingo. Ferry nocturno a San Juan de Puerto Rico y caminar toda la ciudad. Alquiler coche al Parque Nacional El Yunque y playa Luquillo. Ferry de vuelta a Santo Domingo. Vuelo a España.
República Dominicana tiene mucho turismo en resorts cerrados en el este de la isla. En Santo Domingo sólo hay turismo en la Zona Colonial. En el resto del país hay poco turismo independiente pero es fácil moverse. Los precios de alojamiento y comida en RD pueden ser un 20% más bajos que en España. En Haití y Puerto Rico por lo menos un 20% más caros. En los tres países es fácil reservar  on line. Los hoteles buenos son caros pero hay opciones originales a precios aceptables. Hay buenas compañías de bus que conectan las ciudades de Dominicana y Haití. El aire acondicionado es excesivo, se aconseja abrigo. Primavera y principio de verano es buena época para evitar los huracanes de final de verano y principio de otoño. El ferry entre Dominicana y Puerto Rico dura 12 horas,  hace cada ruta tres veces por semana y empieza en marzo. Pasaje, camarote y comida es cómodo pero caro. Entrar en Puerto Rico tiene los mismos requisitos que USA. Hay que obtener un ESTA y pasar varios controles. En los tres países se puede pagar en dólares aunque las monedas son Gourdes en Haití  y Pesos en Dominicana. Las estadísticas dicen que San Juan es la más peligrosa de las tres capitales porque las estadísticas son mejores. Como turista hay que tomar las prevenciones habituales y la mejor garantía es la falta de turismo y hacer una ruta no habitual.

7 de juny 2020

Africa del Este. Kenya, Uganda, Rwanda. Otoño de 2018

Lagos, Volcanes, Montañas y glaciares sobre las selvas que son el hogar de los gorilas.

Kisoro, en la frontera de Uganda, Congo y Rwanda y al pie de los volcanes Virunga.

Identidades múltiples e identidades asesinas.
Kigali, Rwanda, diciembre de 2018. Célestin me enseña el barracón donde fueron asesinados diez cascos azules belgas. Célestin nació en el Congo antes de la independencia porque su padre era cocinero en casa de un colono y habla francés por viejo y por congoleño.
En abril de 1994 los soldados belgas protegían a la primera ministra de Rwanda. Era una hutu moderada. Los hutus radicales y el ejército sabían que con la muerte de los cascos azules, los observadores de la ONU se irían, como se habían ido de Somalia después del derribo del Black Hawk. Después empezaron a liquidar a sus parientes y vecinos tutsis.
Los hutus y los tutsis no eran dos tribus, hablaban el mismo idioma y tenían las mismas costumbres. Pero en el siglo XIX, la seudociencia de las razas y la inspiración en la Biblia hicieron que los colonizadores definieran a los tutsis como poco negros y descendientes de Cam, un nieto de Noe. A los hutu los definieron como negros del África profunda y sin referencia bíblica. Era mejor decir ricos y pobres porque seleccionaron por vacas. Los que tenían más de 10 vacas eran tutsis, los otros, hutus.
Privilegiaron a la minoría tutsi para dominar a la mayoría, como han hecho siempre los colonizadores. Más tarde, con la descolonización y las elecciones, los antiguos oprimidos recibieron el apoyo de Francia y de la iglesia católica. Quisieron echar a los antiguos privilegiados con el argumento racista de que no eran de allí. Como no se iban, empezaron los asesinatos masivos, hasta el intento de exterminio de 1994. En Alemania los argumentos de pureza aria para exterminar a los judíos habían sido los mismos. En Sudáfrica, cuando los negros oprimidos llegaron al poder, no se vengaron con teorías raciales porque Mandela tenía formación marxista.
Los hijos de los primeros exiliados tutsis ganaron a los genocidas y hoy Rwanda puede ser el primer país de África que supere las identidades tribales asesinas. Es de África Central y del Este. Kinyarwanda y swahili. Francés e inglés. El inglés es la segunda lengua y las relaciones con Francia son malas, pero la antigua ministra de exteriores es ahora presidenta de la Francophonie porque la han elegido sus 88 miembros.

Mount Kenya, la segunda montaña más alta de Africa

Kenia. Otoño de 2018.
El viaje empezó semanas antes en Nairobi con muchos objetivos. Kenya, Uganda y Rwanda. Ascender el Ruwenzori, las Montañas de la Luna, donde los antiguos sabían que nacían los grandes ríos. Glaciares a 5000 metros sobre las selvas donde viven los últimos gorilas de montaña.
Los grandes lagos, Turkana, Kivu, Victoria. Lugares donde África se rompe y donde una especie de simios se adaptó a los espacios áridos entre volcanes. Después esos simios, nuestros abuelos, empezaron un largo viaje.
Inmensas sonrisas africanas y la pregunta maldita. Vosotros podéis venir a nuestra casa, pero nosotros no podemos ir a la vuestra. En Europa somos viejos y en África son jóvenes. La edad media de Uganda es 16 años. La de España 43. Son nuestro pasado y nuestro futuro.
Kenya tiene un clima benigno y una historia difícil. Con tierra rica y agua atrajo a muchos colonos blancos. Conocemos Kenya por la películas en que una blanca aburrida de Europa, se enamora de los paisajes de Kenya y de algún solitario aventurero. Después se acabó el romanticismo y la descolonización fue sangrienta.

Kibera, el mayor slum de Africa, una ciudad dentro de Nairobi

Kibera es un "slum", barrio informal de chabolas de Nairobi, el mayor de África. Es domingo y todos los niños juegan, las iglesias evangélicas tienen dioses encerrados en chozas que compiten su verdad a golpe de decibelios. Graffitis defienden en swahili la paz entre tribus. En un escaso lavabo público que permite mear por 3 céntimos encuentro una reflexión garabateada en la pared.
"El gobierno ha apoyado a las mujeres a costa de los hombres. La consecuencia ha sido supremacía de las chicas y abandono de los chicos. Por tanto. 1- Los chicos se drogan. 2- Son irresponsables sexuales. 4- Criminales.  La mayoría de las víctimas siguen siendo las chicas. Es estúpido!  Firman los Black Albinos."
Los abuelos luchaban por la independencia, los padres conflictos tribales y los hijos conflictos de género.
En un bar de Kibera me preguntan por Europa. Digo que antes las tribus de los alemanes y los franceses se mataban pero ahora ya no. He visitado Kibera con dos chicos que viven en el slum. Se han apuntado dos amigos americanos, viajados, buena gente.  Son judíos y han estado en Israel pero no en Palestina, están contra al apartheid en África pero les pone nerviosos alargar la conversación.
Hace años subí al Kilimandjaro y este viaje es la oportunidad para intentar otras grandes montañas africanas.  Point Lenana es la única cima fácil del Monte Kenya, como un 3000 del Pirineo con algunas dificultades en los últimos metros. Le faltan 15 metros para los 5.000 y 1 kilómetro para el ecuador geográfico. Es temporada baja y en tres días sólo hemos subido 4 muzungus, que es una palabra bantú que equivalía a viajero y ahora quiere decir blanco.
En los 4 días de camino, encuentro un centenar de babuinos, antílopes, pájaros, hyrax que parecen marmotas pero son primos de los elefantes. Ir con guía y cocinero es imprescindible para no tener problemas. Mis guías no tenían reloj y no conocían la brújula ni el altímetro, para la lluvia yo tenía material técnico y ellos paraguas pero nos mojamos todos. Al resbalar soñaba caer en una cagada de búfalo porque era más blanda.
El ecuador está a 10 minutos andando de mi hostal en Nanyuki, el pueblo más cercano al monte Kenya. Un grupo de chinos observan que un chorro de agua gira en sentido contrario según se esté 10 metros al norte o al sur, pero en el mismo ecuador, el chorro cae sin girar. Después sigo ruta de matatus, las furgonetas que con diferentes antigüedades, son el principal medio de transporte de los africanos. Tierra roja y asfalto chino con destino al misterioso lago Turkana.

Los turkana en su lago en un mundo sin cambio

Hace 5 millones de años, empezaron a moverse algunas placas terrestres y a lo largo de 5000 km aparecieron huecos, riscos y volcanes. La tierra se volvió más seca y los huecos se llenaron de agua. Aquello fue el paraíso para los homínidos que se adaptaron. Aquella naturaleza creó a los humanos.
Huesos con heridas demuestran que hace 10.000 años ya se mataban luchando entre si. Nuevos volcanes aislaron al lago Turkana del Nilo. Estos pecados propios y desgracias ajenas echaron a nuestros abuelos del paraíso. Los cocodrilos se quedaron en el lago porque el desagüe por el Nilo se había cerrado.
En Nairobi decían que la orilla derecha del lago Turkana era peligrosa, "no go", y que para ir a la izquierda hacia falta un 4x4 y pagar protección militar, pero no es verdad. Había tramos bien y tramos mal, pozos de petróleo con protección militar, aerogeneradores españoles y controles militares en las zonas de conflicto entre pokots y turkanas. Los chicos se han de ir de casa después de la circuncisión y empezar un rebaño. Si no lo pueden robar a la tribu vecina y están borrachos, paran un coche. Si no puede ser una vaca, por lo menos consiguen un celular.
Un boda-boda, una moto taxi, me lleva los 60 km de arena desde Logwar a Eliye Springs, en el lago Turkana. Un Dakar en un desierto de camellos y cabras. En el lago, encuentro mis primeros muzungu en días. Antonio, un gallego que trabaja en informática en  Logwar. Apuu, una keniata que quiere vender su artesanía por Internet. En una barca en el lago de color verde, un policía amigo de Antonio ofrece protección pero se le entiende mal porque está borracho.
Las cabañas son de hoja de palma y no hay electricidad. Rolf recuperó el lugar hace 10 años y no quiere volver a Suiza. Está orgulloso de sus proyectos para pacificar conflictos. El próximo es un concurso de belleza con chicas pokot y turkana. Promueve convivencia y autoestima pero será difícil para el jurado porque son muy guapas.

De cuando se abrió el Rift y Turkana no desaguó en el Nilo

Largo salto desde el lago a Iten en un escarpado del Rift. En 1976 llegó allí el padre irlandés Colm O'Connor. Tres meses como profesor de geografía y sin experiencia deportiva pero creó leyendas. Desde entonces 25 alumnos suyos han ganado mundiales de fondo y 4 medallas olímpicas. Empezó a entrenar a chicas y ahora las keniatas kalenjin ganan siempre. Colm ya no volverá a Irlanda.
Una campeona local, Lornah Kiplagat, ha creado el High Altitude Training Center y vienen corredores de todo el mundo a descubrir el secreto. Yo lo he intentado, corriendo por los caminos de la tierra roja de África entre campos verdes a 2400m, seguido de niños gritando: “Muzungu, jauariu, gimimonei”. Los blancos somos ricos y en África se nos ve como cajeros automáticos en movimiento. En la próxima maratón de Barcelona volveré a doblar el tiempo del keniata ganador y también su edad, aunque conozca algo de su secreto.

Nilo, de salto en salto va del Victoria hasta Alejandria

Uganda.
El Nilo era un enigma. Un rio que llegaba del desierto y con sus crecidas fertilizaba la tierra. Un Dios. Los ingleses buscaron su origen y como la malaria y los leones lo ponían difícil, dieron por bueno que era el desagüe del lago Victoria en Jinja. Ahora hay una ruina de puerto al que llegaba el ferrocarril desde el Indico, y una boyante actividad de rafting amenazada por la construcción de pantanos.
El Nilo desciende 1400 m de desnivel hasta el Mediterráneo y lo hace en escalones entre 5 y 35 metros. En uno nuestra balsa da la vuelta y salgo magullado.  No puedo reclamar a los dioses que regulan el agua porque he firmado un papel que dice: "Esta parte del Nilo se califica como Grado 5. El libro oficial de la British Canoe Union define grado 5 como: rápidos extremadamente difíciles, largos y violentos, pendientes fuertes, grandes caídas, áreas de presión. Soy consciente del peligro y renuncio a reclamar a la empresa organizadora". Es publicidad para chiflados a los que atrae el riesgo.
Uganda con Idi Amin fue un macabro caos. Después, varias dictaduras hasta que los guerrilleros de Museveni pusieron orden. Disciplinados y con formación política, fueron del marxismo al evangelismo en 30 años, 5 elecciones y 3 reformas constitucionales. Los jóvenes ahora entienden a Bovi Wine, cantante y diputado con futuro. La mitad de los habitantes de la ciudad vive en slums y habla su lenguaje.
En Kampala organizo mi expedición al Ruwenzori y obtengo un Gorilla Permit para el Parque Nacional Bwindi Impenetrable. Para todo hace falta dinero y estar en forma.
Steve organiza visitas a pie por Kampala. Quedo con él y me acompañan 3 futuras medicas australianas. Las he impresionado porque no se imaginan a alguien de la edad de sus padres viajando así. 
Universidad Makerere, slum Katanga, mercados y estación caótica de matatus. Palacio del rey de Buganda asaltado a sangre y fuego por el Presidente de la república de Uganda para recordarle al Rey quién manda. En un conflicto parecido en Kasese, mi punto de partida al Ruwenzori, murieron en 2016, 84 guardias del rey de Rwenezururia y 16 soldados del ejército, por lo mismo. Los blancos dividieron África en 50 estados, o unificaron 1000 monarquías en 50 países.

Cuarto día de subida al Ruwenzori. El barro ya es nieve.

Rwenzori. Las montañas de la luna. Un misterio a 5.000m entre la niebla. El origen del agua del Nilo y del Congo. Una semana sin electricidad para llegar a 5.000 m en el corazón de África. Cinco de los siete días andando con botas de goma por el barro.
Dura la ruta de Kilembe. También lo fue para Javier hace 20 años, ascender por la ruta Central, monopolizada ahora por los bukondo. Dani subió por la ruta del Congo hace 35 años, cuando Uganda estaba en guerras y el Congo en paz. En esa expedición contaban partículas radiactivas para ver la antigüedad del glaciar, y el contador Geiger les avisó que la carne seca que traían de Europa estaba contaminada por la explosión de Chernobil.
Hace años, la región fue saqueada por los refugiados hutus desde Congo, por el infame Ejercito de Resistencia de Dios, que venía del norte de Uganda, y la mina de cobre cerró. John, un australiano a la medida de los personajes que se encuentra en África, abrió la ruta de Kilembe a la montaña. Ahora trabajan 450 personas.  John no bebe ni cree en Dios, pero trabajó con los sacerdotes de la región para que el dinero que dejaban los blancos para intentar subir a la montaña se utilizara bien. Con las ganancias, muchos guías y porteadores han puesto suelo de cemento y techo metálico a sus casas y han comprado más tierra para plantar café.
El primero que subió al Ruwenzori fue Luigi Amedeo de Saboya. Nació en España y su padre, que había de ser rey constitucional, salió por piernas cuando los poderes del estado frustraron el enésimo intento de modernizar el país. El general Prim fue asesinado pero las montañas ganaron un gran alpinista.
Las cabañas las han subido porteadores. No hay mulos y si los hubiera, se hundirían en el barro. Después de varios días llegamos al pico Stanley y en el glaciar hemos de abandonar. El guía estaba muy mal, probablemente edema pulmonar. Parece que la malaria dificulta la creación de glóbulos rojos, que son el mecanismo de adaptación a la altitud. Otro guía murió por lo mismo hace un año. A las 2 de la noche se ha tomado mis medicamentos y un porteador lo acompaña en el descenso intentando evitar el encuentro con los rivales bukondo. La roca está helada y nosotros subimos de noche con crampones. A las 6 amanece pero el tiempo empeora. El guía junior está nervioso y se pierde en el glaciar y abandonamos a pocos metros de la cima. La estación de lluvias equivale a subir en invierno y Ruwenzori hace honor a su leyenda porque es una montaña que no se deja ver.
En el descenso he de atravesar el Parque Queen Elizabeth y hay todo tipo de animales. También siete parejas de valientes jubilados holandeses recorriendo Uganda en sus bicicletas.
Cerca empieza la cadena de los volcanes Virunga y destaca el parque Bwindi, que tiene la mitad de los 800 gorilas de montaña que quedan en el mundo.

Mientras no molestes, de dejo en paz, primo sin pelo.

En esa parte de Africa destacaron otros personajes exagerados como Diane Fossey con los gorilas y Jane Goodall con los chimpancés. Entendieron la sicología de los primates, pero no la de los humanos que era más perversa. Un grupo de gorilas se puede habituar a los humanos, siempre que el macho dominante, que puede llegar a 190 kilos, no los vea como un problema.
A pesar de las horas y la dureza del camino por el bosque, hay más demanda que plazas para verlos. En Bwindi cuesta 600$, y para llegar, con suerte, a los gorilas y convivir una hora, hay que conseguir un permiso con mucha antelación. En el lado ruandés de la misma montaña cuesta 1500$. Virunga, en el lado congoleño está cerrado porque los malos son más que los rangers y están mejor armados, varios rangers muertos y turistas secuestrados. Hace 20 años eso pasaba en Bwindi y Virunga estaba en paz. Las colinas y los paisajes entre Uganda, Rwanda y Congo son los más bonitos del mundo. Los humanos sobramos porque creamos demasiada infelicidad.
Transporte público en Kisoro, Rwanda

Rwanda.
Kisoro, el último pueblo de Uganda y Musanze, el primero de Rwanda son pueblos de frontera a la sombra de los volcanes Virunga. Rutshuru, en el Congo, no es accesible por la cercanía de las guerrillas y del Ébola. Desde los bosques al pie de los volcanes, los gorilas  miran la extraña sociedad que han creado sus primos sin pelo. En Uganda las motos, son Boxer, chinas y se conducen por la izquierda. En Rwanda son TVS, indias y se conducen por la derecha. Hace años, los dos países eran amigos de Estados Unidos y los visitaban su presidente, obispos, deportistas y músicos, que también eran negros.
Entre los grandes lagos, el Kivu es especial. Tiene metano disuelto en su fondo que proviene de emisiones volcánicas. Puede generar una nube tóxica cuando se saturen las capas profundas y el gas ascienda. Una tormenta, un terremoto o una nueva erupción del cercano volcán Nyaragongo pueden romper el equilibrio y generar la catástrofe. De momento se extrae gas del fondo del lago para alimentar la fábrica de cerveza de la orilla.

Se vende, coltan, wolframio, casiterita...

Los que hablan francés son del Congo. A la orilla del lago, las ciudades de Goma y Gisenyi comparten calles separadas por muros de piedra volcánica. Cada día, 20.000 personas comercian en la Petite Barrière. Transportan patatas al Congo y lonas de campamento y ropa de segunda mano a Rwanda.
Un sueño de camino, el Nile Congo Trail. Una caminata de varios días por el centro del mundo, las fuentes del Nilo y el Congo bordeando el lago Kivu. En las cooperativas, entre plantas de café y plátano, intermediarios compra coltán y otros metales especiales. Quizá vienen del atormentado Congo, al otro lado del lago, con guerrillas, ébola y 20.000 cascos azules que cobran bien y son de países pobres. Muchos son de países que ya trabajaban como mercenarios del Imperio Británico. En el dormitorio compartido Gurbani, que es sikh y trabaja en el ejército de la ONU me explica que su abuelo ya trabajaba para el ejército imperial británico.
Nadar en el lago, remar en canoa, vistas fabulosas. El hostal es la mansión de un antiguo administrador belga. Un palacio por 10$. Parece un paraíso. Las risas de los niños también.
En Kigali, está Ikirezi, la mejor librería del Este de África. Memorial del genocidio y recuerdo de las matanzas. Borrar las identidades asesinas y mantener la memoria. Para que no vuelva a ocurrir. Un pequeño gran país y un ejemplo. Que tengan suerte.

Kivu. Jugando en el lago más bello y peligroso del mundo.

Kenya. Costa Swahili.
Mombasa es el gran puerto de África del Este. Ya lo sabía Heng He, que era un almirante de la dinastía Ming. Llegó antes que los portugueses que buscaban especias, los árabes que buscaban esclavos, o los ingleses que exportaban aristócratas ociosos, construían ferrocarriles y hacían safaris.
El amante de Karen Blixen, la escritora de "Memorias de África" no se parecía a Robert Redfort, pero muchos europeos soñaron en una idílica y salvaje vida natural en África. A costa de los keniatas, que trabajaban gratis a cambio de un pedazo de tierra en que cultivar su subsistencia, hasta que se sublevaron los Mau-mau y murieron 32 colonos y 12.000 keniatas.
Mombasa ahora forma parte de la nueva Ruta de la Seda y China ha construido un superpuerto y tren moderno para comerciar con el centro de África y navegar a Europa. Mombasa es una isla y se llega al continente con un ferry gratuito para peatones y ciclistas que ha tenido varios accidentes. Está prohibido fotografiarlo y los altavoces se lo recuerdan a único blanco, que soy yo, entre la multitud. Kenya tiene una renta per cápita 15 veces menor que España, pero doble que Uganda y Rwanda perjudicadas por no tener mar.

Ferry a la isla de Mombasa. Muzungu, sin fotos!

En la costa del Indico se habla swahili, que es un idioma bantú con añadidos de portugués, árabe e inglés, pero en Malindi los locales me hablan en italiano. Dicen que hay 3000 italianos residentes pero no los veo. Ahora la mayoría de las casas están en venta, aunque siguen llegando mochileros, pero el turismo rentable, el de safari y resort, ha caído. Hace dos semanas una voluntaria italiana fue secuestrada por Al Shabab o por bandidos en un pueblo cercano a Malindi y se negociará un rescate. En Malindi hay cónsul italiano que habla swahili y una residente opina que es más seguro que Italia, que aquí no necesita alarmas ni perros en su casa, pero que el pueblo es sucio.
La costa es musulmana. Es difícil encontrar una cerveza aunque ayuda un partido de la Premier League. Una asociación islámica quiere cerrar el Club Casablanca por relajación moral. Está cerca de mi hostel en Mombasa y es el barrio de la prostitución Por la noche en una calle degradada, un grupo de chicas me ofrecen sus servicios. La voz es agradable, pero llevan niqab y solo puedo ver sus ojos.
Han empezado las vacaciones y los locales que lo pueden pagar, indios y kikuyus, cogen el tren a las playas. No hay billetes hasta fin de diciembre, pero por una cancelación he conseguido uno en primera y vuelta en segunda. Muchos niños que en primera gritan en inglés y en segunda en swahili. El tren y la organización son chinas y la seguridad grande con dos escáneres y dos perros olfateando. El tren atraviesa el Parque Nacional Tsavo pero a mediodía los elefantes hacen la siesta.
Siempre hay fiesta en el Parque Uhuru, por el día de la Independencia o de la Graduación. El único sitio tranquilo de Nairobi es el Arboretum. Un enorme bosque al que se accede pagando 50 céntimos por m-Pesa, el sistema de dinero electrónico de Safaricom. Tengo saldo y lo puedo pagar. La solución para un continente en que la mayoría no tienen cuenta corriente ni tarjeta de crédito. La oficina bancaria del futuro es la señora que vende cacahuetes y mangos en la calle y que carga en tu cuenta de teléfono el dinero que le entregas.
Nairobi ha sufrido. 70 muertos en un atentado en el Mall Westgate en 2013. 213 en el atentado a la embajada USA el 1998. Todos inocentes y casi todos negros.
Ningún viaje deja indiferente, pero África del Este es el origen de la humanidad. En sus problemas actuales tenemos un espejo de nuestra capacidad de convivir. De los 11 mayores campos de refugiados de las Naciones Unidas, 7 están en esta región. Por conflictos actuales y antiguos. Como los que hicieron a nuestros abuelos emigrar de estas tierras para soñar otra vida.

Kenya, Uganda, Rwanda y costa swahili.

Detalles del viaje.
Viaje en solitario a África del Este. Kenya, Uganda y Rwanda. Del 25 Octubre al 15 Diciembre de 2018. Vuelo a Nairobi, visita al Museo Nacional y Kibera. Matatu a Nanyuki y ascensión al Monte Kenya en 4 días y 3 noches. Dos días en matatus a Kitale y Lodwar. Moto ( BodaBoda) por pistas al Lago Turkana (Eliye Springs). Vuelo de Lodwar a Eldoret y transporte a Iten. Matatus a Jinja con paso frontera Uganda. Descenso rafting en el Nilo y transporte a Kampala. Matatus a Kasese y Kibale. Ascensión al Ruwenzori, Mount Stanley. 7 días y 6 noches. Bodas y matatus a Katunguru, en el Queen Elizabeth Park. Vehículo privado a Ruhija, en Bwindi Impenetrable Park. Los parques fronterizos con Congo no tienen carreteras ni poblados, no hay transportes y se necesita vehículo propio. Boda y shared taxi a Kisoro. Moto a Musanze y paso frontera Rwanda. Matatu a Gisenyi. Barco en lago Kivu, camino en Nile Congo Trail y vuelta en Boda. Matatu a Kibuye y alquiler kayak para navegar en Kivu. Matatu a Kigali. Moto y bus a memoriales de Ntarama y Nyamata. En las ciudades, a pie o taxi moto. Vuelo a Nairobi. Tren a Mombasa. Matatus y motos a Malindi y Gede. Vuelo a Barcelona desde Nairobi via Amsterdam.
Alojamiento en Hostels o hoteles entre 10 y 15€ por noche. Comida entre 40 céntimos de € en mercados o calle, y 15€ en buenos restaurantes indios en los barrios ricos. Transportes muy baratos excepto alquiler de vehículo propio. Las ascensiones al Ruwenzori, Kenya y Gorilla permit caros porque son, con los safaris fotográficos, el ingreso por turismo internacional. Las ascensiones cuestan unos 200€ por día, propinas aparte. Repartidos en tercios entre entrada al Parque Nacional, uso de las cabañas de altura y contratación de guía, porteadores y comida.
East Africa Permit es un visado válido para los tres países. Descarté viajar a Burundi por la situación del país. Congo queda pendiente. El este del país ahora no es aconsejable. Por los grupos armados y la epidemia de ébola en las ciudades del lado congolés del Ruwenzori. El resto del Congo estaba en calma, pero las elecciones presidenciales previstas para diciembre anticipaban problemas.