15 de juny 2020

Muros africanos. Rif y Africa del oeste. Otoño de 2019


Playa de Dakar, en competencia con pesqueros modernos

Mauritania, Senegal, Gambia, Rif de Marruecos, Ceuta, Melilla y el Estrecho.

Tren de carga al Sahara
Nouadhibou es el puerto de Mauritania más cercano a las islas Canarias. El desierto llega hasta el mar y de lo que fue una estación de tren, hoy sólo se aprovecha la sombra de los muros que resisten. Espero que llegue el tren de carga con 250 vagonetas para mineral de hierro. Viene del puerto y su único destino es la mina en Zouérat, 1000 km dentro del Sáhara. Los locales suben gratis y yo también quiero aprovecharlo.

De día arena, de noche estrellas, mil kilometros de desierto

Emir
Emir también espera al tren pero no quiere ir al desierto. Me dice que quiere irse a Europa, que ha visto "La casa de papel" con subtítulos en árabe y francés y que no quiere perderse esa fiesta, que todo en África es una mierda. Su hermano pequeño nos escucha y les insisto en que antes de empezar el viaje han de formarse, hablar idiomas y aprender un oficio.
Suleiman
Chinguetti es un pueblo que resiste el avance de las dunas. Por allí pasaban las caravanas que iban de Timbuktu a Marrakech, de allí salieron los almorávides para renovar el islam hispano. Más tarde fue la joya del extraño espectáculo que empezaba en París y terminaba en Dakar. Suleiman conoce bien la región y viajamos en un 4x4 por los pueblos y oasis del desierto de Adrar, con sus pinturas rupestres y enigmáticos manuscritos medievales. Si el turismo no viene, volverá a llevar pasajeros ilegales en su peligrosa ruta a Europa.

Orgullosas ciudades del desierto en Adrar.

Karim
La costa de Senegal es llana y los ríos Sine y Saloum en su desembocadura, crean un laberinto de manglares y pájaros. Karim nos lleva en su piragua porque no hay camino que atraviese tantos brazos de río y mar. Sabe que hasta Las Palmas hay 1043 km y con un cayuco grande se tarda quince días. Su cayuco es pequeño y no sirve porque hay que llevar mucha gasolina y agua para la travesía . La gasolina hay que comprarla poco a poco y esconderla en los manglares, de la policía y los helicópteros. El viaje empieza cuando el pasaje está completo y hay 140 personas que pagan 1000 euros, tres veces el precio del billete de avión a Canarias. Los amigos de Karim no tienen otra alternativa, porque los pesqueros de los países ricos se quedan toda la pesca y las compensaciones se las queda el gobierno.
Abdalá
Abdalá es pajarero. De los 630 tipos de pájaros que hay en Senegal, la mayoría  se pueden ver en Tubacuta. A los ornitólogos buenos, les gustaría ver los 8.000 tipos de pájaros que hay en el mundo y Abdalá les ayuda. Sus prismáticos y su libro "Birds of Western Africa" son sus herramientas de trabajo y lo ha aprendido de los amigos que le han invitado a ver los pájaros de España. Después volvió a Senegal porque es muy bueno en su trabajo, le gusta y se lo está enseñando a su hijo.
¿Donde van los pájaros cuando tienen sueño?

Mohammed
Mohammed es de Badja Kunda, de Huesca y de Barcelona. Trabaja de enfermero en el mismo centro de asistencia primaria del Poble Sec que Conxita. También es árbitro de fútbol y corredor de medio fondo. Entre sus múltiples identidades es serahule de Gambia, catalán y aragonés de España. Nos lo cuenta cenando en Bakau, mientras en la cercana playa gambiana, los jóvenes aprovechan la marea baja para jugar a futbol, descargar la pesca, esperar la hora del rezo y soñar con ir a Europa.

Playa de Gambia en Bakau. Pescado más fresco imposible

Luisa
Ceuta es una ciudad entre un triple muro, que pueden cruzar los marroquíes de Tetuán, y otro muro que es el Estrecho de Gibraltar. En la ciudad hay más musulmanes de lo que dice el censo porque muchos están esperando una ocasión para pasar a Europa. Seguramente viven menos cristianos que en el censo porque los censados tienen una rebaja del 60% en la base de sus impuestos. He alquilado una habitación en casa de Luisa, en un barrio muy mixto, y me explica lo mal que lo pasa el Cristo de Medinaceli en su procesión de Semana Santa, desde su capilla en el barrio moro del Príncipe hasta la iglesia del Centro. En El Príncipe votaron 90% al PSOE y 2% al PP y Vox, en el Centro 5% al PSOE, 42% al PP y 46% a Vox.

Muros de Melilla. El mar hasta Málaga es otra barrera.

Rosa
A Melilla llegan unos 10 menores marroquíes cada día, muchos a pie junto con sus padres, porque son de la región de Nador y no necesitan visado. Se quedan y buscan la manera de seguir a Europa. Muchos viven en la calle o en centros de internamiento. La Purísima tiene 850 menores y en 5 meses ha aumentado en 300. He alquilado una habitación a Rosa y me dice que los marroquíes tienen más hijos porque reciben más beneficios sociales y así aumenta su poder político. El presidente de Melilla es de Ciudadanos, con un regidor que sumado a los 8 musulmanes de Coalición por Melilla y los 4 del PSOE, superó a los 10 del PP y los 2 de Vox. El presidente cesante del PP lo fue durante 20 años y la primera acción del Ciudadano fue aumentarse el sueldo al máximo permitido.
Abdalah en la Plaza Tetuan
Abdalah vive en un banco de una plaza que se llama Tetuán y está en Barcelona. Es de Nador y su familia construyó una casa con el dinero que enviaba. Ahora con el Covid no hay trabajo y han cerrado la pensión. Vive en la plaza esperando que se abra la frontera y haya algún bus a los puertos del sur y a Melilla. Agradece la comida que le dan y explica que mañana se abre la mezquita y recibirá comida halal.
La frontera del Estrecho es la frontera más desigual del mundo y une los dos lados. "Europa Sur", el diario del Campo de Gibraltar, informa de la recogida de la fresa. 15000 mujeres marroquíes repetirán y 5000 será nuevas. Hay 10000 plazas para trabajadores españoles, pero el año pasado sólo se ocuparon 200.
En 2014 los emigrantes eran el 14% de los contratos de trabajo. En 2019 han sido el 38% y crece. Nuestro futuro es tan africano como lo fue nuestro origen.

Boda en Chinghetti con invitado blanco.

Mauritania desde Canarias.
El primer viaje empezó en Las Palmas de Gran Canaria. Air Mauritania tiene un vuelo diario y era una opción. En sus calles se juntan europeos que huyen de su mundo rico y africanos que lo buscan. De Europa hay jubilados que con su pensión compran buen clima y jóvenes que buscan la ola perfecta. De África llegan los ricos que buscan El Corte Inglés y los que sueñan con una vida mejor en el mundo de los blancos. En Canarias la crisis de Thomas Cook recuerda que el turismo de turoperadores y sueldos de miseria no es una buena idea. Preocupan la caída del turismo alemán y los disturbios en las calles de Barcelona. En Canarias la emigración ha sido la solución a todos los problemas. Cuando los barcos repostaban en sus viajes a las colonias americanas, era condición que por cada 100 toneladas de mercancía exportada emigraran 5 familias. El Puerto de la Luz sigue siendo un eslabón en el comercio con América y África del Oeste y ahora las montañas que rodean la ciudad son buques con gigantescas grúas y plataformas petrolíferas.
Ilustres emigrados de Las Palmas fueron Benito Pérez Galdós, que se quedó sin Nobel de Literatura porque no gustaba a la Iglesia, y el doctor Juan Negrín, seguidor y mentor de los dos únicos Premios Nobel científicos españoles, Ramón y Cajal y Severo Ochoa. El compromiso de dirigir la República en su lucha contra el fascismo le apartó de la ciencia y en Las Palmas se le recuerda.
Nouadhibou está a poco más de una hora de vuelo. Es una ciudad entre mar y desierto, en la frontera de Mauritania con un pedazo de Marruecos en el que las Naciones Unidas afirman que los saharauis tienen derecho a un referéndum. Su calle principal es una cinta de asfalto que resiste a la arena y que forma parte de la única carretera segura entre el norte y el sur de África.
El Sahel es un territorio inseguro cruzado por muros físicos y mentales en muchas direcciones. Un catálogo de conflictos antiguos y nuevos que ya han llegado al mar. Hace doce años el País Dakar abandonó su país estrella y tres miembros de una ONG catalana fueron secuestrados en esta carretera. Ahora los chinos han sustituído en el comercio a indios y libaneses, y compiten con los franceses en la compra de minerales. Los mauritanos son moros blancos, moros negros y africanos. Los españoles guardia civiles, instaladores eólicos, cocineros y viajeros.

Greta atravesando el desierto sin pagar.

En la derruida estación en que parará el tren minero está Greta. No se llama así pero casi, ha venido en autoestop desde Baviera porque no coge aviones, es vegetariana y se protege de los mosquitos con remedios naturales. Unas mujeres la ayudan a ponerse correctamente la "mehlfa", la tela de 4 por 1 metros con que se visten las mujeres en este rincón del Sahara. Somos los únicos "tubabs" en este pedazo de desierto y cuando viene el tren subimos a la misma vagoneta. Greta quiere ir a Malawi en couchsurfing, pero esta noche es ella quien me acoge porque me ofrece una de sus dos camas. Ha colgado su hamaca en la vagoneta y aprovecha la colchoneta para su sesión de yoga.
La mitad del viaje se va en mirar el desierto y la otra mitad en mirar las estrellas. La vía transcurre a pocos metros de la frontera. En el primer tercio tiene señal telefónica mauritana, en el segundo tercio marroquí y en el tercero no hay señal porque es territorio que Marruecos mantiene fuera de su muro verde.
Choum está a mitad de camino, nos hemos dormido y el choque de las vagonetas al parar nos despierta con tiempo justo para saltar a tierra y encontrar un vehículo hasta Atar. Es la capital de la región de Agrar y cuando el absurdo rally que venía de Paría se trasladó a Sudamérica hace doce años, los aviones con turistas dejaron de volar. Hace dos años volvieron, un vuelo a la semana en temporada, y todos sueñan con un segundo. Francia quiere proteger el turismo en sus territorios y la geopolítica marca. Para Inglaterra, la franja del tren y la región de Agrar son zona muy peligrosa "Not go". Más al este, hacia Mali, coinciden que es tierra de nadie.

Contabilidad y rezos de caravanas de Timbuktu a Marrakech

En Chinghetti algunas familias guardan libros muy antiguos. Es su misión y enseñan con orgullo Coranes manuscritos en piel de cordero poco después de la huida de Mahoma a Medina. El mejor mirador de la puesta de sol es la gran duna que amenaza con devorar la ciudad antigua. Tumbados en la arena comento con Sidi, mauritano que tiene una "maison d'hôtes" en Atar y ha contratado a Sylvie, que es de Montpellier. Los almorávides que lucharon contra otro Sidi, el Cid castellano, venían de Atar o de Marraquech y eran monjes guerreros que ahora son venerados en la historia musulmana. También son un modelo para los violentos y cenando en Chinguetti comparten experiencias de fronteras y desiertos.
En el pueblo hay una boda y todo el mundo está invitado a la música y al baile. Para la ocasión estreno bubú blanco y turbante negro. Los únicos blancos somos Sylvie, yo y las chicas que se han excedido con maquillaje blanqueador.
Ouadane, Tanouchert, Mhaireth, Terjit. Oasis, palmerales, pueblos vacíos y pinturas rupestres en el límite del gran vacío de arena, hasta un control militar donde espero un transporte a Nouakchott, 450 kilómetros en que el Sahara se convierte en Sahel mientras paramos para las oraciones, comprar leche de camella y beber te con menta.
En la capital el mercado está lleno y el museo vacío. Es excelente y guarda los trabajos del sabio francés Théodore Monot, que llegó a 90 años porque vivía en el desierto y se alimentaba de dátiles y te. El Sahara se desertificó entre el 20.000 y el 10.000 aC. Se pasó de frutas, caballos y caza a cabras, camellos y cereales. Quizá la revolución agrícola del Neolítico fue la respuesta a una emergencia climática. Quizá la revolución industrial en el norte de Europa, el paso de combustibles vegetales a combustibles minerales, también fue la respuesta a otra emergencia climática.
Los bereberes, las tribus del desierto, emigraron por el clima, entraron en conflicto con otros grupos y quizá llegaron a Iberia.
Abdalá es un moro blanco y me dice que los intentos de abolir la esclavitud han de considerar que es una solución para personas mayores de poca formación que tienen en sus dueños una protección ante la vida. El parlamento mauritano la ha abolido tres veces, lo que da idea del poder limitado de las leyes. Me explica que los mauritanos bereber esconden su origen porque la casta superior son árabes. Desprecia a los mauritanos negros de origen wolof, soninké o fula. La violencia en el Sahel es cíclica y difícil.

Si no hay pesca, las pirogues se van a Canarias.

La arena de la playa es un festival de piraguas pintadas en todos los colores. La mayoría no salen a pescar porque no pueden competir con los modernos barcos españoles, portugueses o japoneses que están en el puerto nuevo. En Somalia pasó lo mismo hasta que empezaron los secuestros. Aquí muchos piensan que Canarias está cerca.
Desde Mauritania se llega a Senegal en un barco que atraviesa el río. Pero la frontera mauritana de Rosso está controlada por bandidos. Son policías fuera de servicio compinchados con los policías que están de servicio. El jefe de los bandidos me lleva al despacho y me dice que asistió a cursos de la policía española en Murcia y que tiene un amigo poli en Barcelona que se llama Pepe. Lo arreglamos cambiándole mis divisas mauritanas por las senegalesas a un cambio que le beneficia. Me ha costado dos horas y quince euros pero anochece, la mezquita llama a la oración, he de encontrar una piragua para cruzar el río Senegal y después un "Sept places" hasta Saint Louis. Son Peugeots contemporáneos a De Gaulle, historia y chatarra con más averías que años.

Saint Louis. Puerto de esclavos, aeropuerto y en marea baja, campo de futbol.

Senegal. Saint Louis, Dakar y delta del Siné-Saloum.
Saint Louis fue la capital del África occidental francesa y su aire colonial recuerda los enclaves comerciales y esclavistas que fueron en el siglo XVIII Cap Haitien o Nouvelle Orleans. De noche solo puedo cenar en el sencillo restaurante de Abdelaziz. Es un pulaar y forma parte de los grupos nómadas de la franja norte del Sahel. Habla wolof, la lengua franca del Senegal, pero su idioma le permite entenderse desde el lago Chad al mar. Me quiere convencer de los cinco preceptos del islam. Allah, rezos, generosidad, ayuno y viaje. No me parecen mal, como tampoco me parecen mal los diez preceptos de los cristianos. Estoy acostumbrado a llegar invocando al dios musulmán, "Hola", y marchar invocando al cristiano, "Adiós".
Sus hijas son más mundanas. Cuando el padre no está me preguntan palabras de castellano y les enseño algunas aplicaciones para aprender idiomas. La cena es buena pero un día más sin cerveza.
En la playa las barracas llegan hasta el agua. Cuando la marea baja, queda espacio para un partido de fútbol que se detiene cuando llega a la arena un cayuco con pesca que descargar. Por la noche la vida se acelera entre rezos, fútbol y tambores.
Saint Louis era una de las etapas de la Aerospatiale. Un museo y el único bar con alcohol recuerdan a los pioneros del correo aéreo. Empezaron en Toulouse, crearon etapas hasta Santiago de Chile, todos sabían que morirían volando pero les gustaba. Mermoz cayó en el desierto, bebió agua del radiador, enfermó y sus rescatadores lo vendieron a los franceses. Guillaumet volvió después de seis días perdido en la Cordillera y destrozar su avión en un glaciar. Saint Exupèry sabía escribir. Había sido periodista en el Madrid del "No pasarán". Cayó al desierto y se le apareció un niño que le pidió que le dibujara una cabra y después se marchó a cuidar su rosa en el planeta del que era Principito. El libro en que lo contó es el más vendido de la historia.
Minibus a Dakar con horas de espera hasta que se llena. Los europeos tenemos los relojes pero los africanos tienen el tiempo. Siete horas para 250 kilómetros. Tiempo para leer "Celles qui attendent" de la senegalesa Fatou Dione. La emigración clandestina vista por las madres y las esposas. Barcelona es el destino pero el objetivo es el regreso a casa como triunfadores.

Dakar es una gran ciudad invadida por el campo.

Dakar es especial. Conxita llega al moderno aeropuerto construído por una empresa turca y conectado a la ciudad por una autopista china que se querría continuar hasta Costa de Marfil. En África la primera migración fue a las ciudades y en cien años Dakar ha pasado de nada a millones de personas. Es una ciudad amable, sin armas ni violencia. El barrio de la Medina es nuevo pero el campo ha invadido la ciudad. En los patios de las casas hay cabras y las calles sin asfaltar son talleres de artesanos. En Plateau hay parejas mixtas y apartamentos modernos. El monumento a "La renaissance africaine" mide quince pisos y ha sido construido por una empresa de Corea del Norte especializada en monumentos absurdos y enormes a bajo precio.

"La renaissance africaine", orgullo africano y técnica norcoreana.

Senegal no tiene riquezas minerales y no se hacen golpes de estado por la pesca o los ríos. El cercano Niger es más pobre y violento pero es rico en uranio. Allí también mueve los hilos Francia y paga por el mineral tres veces menos que a Canadá o Kazakhstan.
L'ile de Gorée era el almacén de esclavos pero en la memoria histórica de Francia se pasa de puntillas. El primer presidente senegalés, Senghor no renunció a la ciudadanía francesa y fue miembro de l'Acadèmie Française. Se oculta la cara oscura y se destaca la misión civilizadora. La cercana Ghana tuvo como primer líder al revolucionario Nkrumah y el relato de la esclavitud que se explica en los fuertes de Elmina y Cape Coast es contundente.
En el hotel de Dakar hay españoles y coincidimos activistas culturales, ONGs, viajeros y policías. La Unión Europea ayuda a frenar la emigración clandestina y mantiene a Senegal como el país más estable de África Occidental por medio de palos y zanahorias.
Omar nos lleva al sur. Islas construidas sobre millones de cáscaras de moluscos y pequeños bosques de baobabs. Nos explican que cristianos y musulmanes conviven amigablemente. Sólo lo repiten diez veces. Omar nos explica que tiene cinco hijos y que ha perdido a cuatro amigos en la aventura del viaje a España.
El límite de la costa es Djifer. La playa del este tiene peces de río, la del oeste peces de mar. Cuando baja la marea hay marisco y el olor a pescado podrido está por todas partes. Dormimos en una cabaña de un campement junto a la playa y tenemos tres horas de electricidad. En la playa hay carreras de piraguas y como somos los únicos blancos, nos saluda la autoridad de más respeto. Le felicitamos por las carreras y nos explica que la semana pasada vinieron unos turistas franceses. Los tambores siguen sonando toda la noche hasta que en la madrugada el protagonismo son otra vez los rezos a Allah.
Karim nos guía por el laberinto del delta de los ríos Sine y Saloum hasta Tubacuta y Abdala nos enseña los secretos de la vida de los pájaros en este paraíso animal cercano a Gambia.

Delta de los ríos Sine y Saloum en Djifer. Un fin del mundo.

Gambia. Excepción en inglés
Gambia es el país más pequeño de África y el final de este viaje. Una anomalía en inglés en medio de la francofonía. La potencias esclavistas se disputaban las islas cercanas a la costa para construir almacenes de esclavos. Fort James, en mitad del río Gambia, valía y la ocuparon holandeses, portugueses, franceses y por fin, ingleses. Ahora el principal atractivo turístico es el poblado de Kunta Kinte, el esclavo mandinga protagonista de la serie "Raíces".
Llegar en avión a Gambia no requiere visado pero la policía de las aduanas terrestres tiene su propio negocio. Nos piden 60€ y después de negociar quedamos en 40€. El negocio que gestiona la policía de carretera es más barato. Detienen a nuestro taxi camino del aeropuerto y buscan un motivo. No llevo abrochado el cinturón y me informan que inmovilizarán al taxi para llevarlo a juicio. Falta poco para la salida del avión y pregunto por el importe de la multa. 6€ son suficientes y podremos seguir.
Gambia es un destino estrella de viajes baratos, pero fuera del gueto turístico, en los mercados de Serekunda, Banjul o Bakau, se ve un África vitalista en el país más pobre del viaje.

Playa gambiana en Bakau. Ahumar el pescado para conservarlo.

No ha ayudado la inestabilidad política. Los donantes internacionales forzaron al último dictador a convocar elecciones. Las perdió pero como no lo aceptaba, una misión militar de ECOWAS, las Naciones Unidas con soldados de África Occidental, le convencieron para exiliarse a Guinea Ecuatorial. Años antes un golpe militar fracasó por la intervención de Senegal y sirvió para una unión como Senegambia que duró poco.
Además, playas, pesca, pescado ahumado, campos de fútbol en marea baja, museos coloniales que justifican la "female circumcision" y el honor para un africano de morir en las guerras de los ingleses, porque en Birmania durante la Segunda Guerra Mundial solo dos de cada diez soldados ingleses eran blancos.
Para votar en España dejo la continuación a Guinea, Bissau, Sierra Leona y Liberia para otro viaje. El dictador de Gambia se perpetuaba manipulando elecciones. En Africa reforma constitucional quiere decir que el presidente prolonga su mandato. En el occidente rico y atlántico se manipulan conflictos territoriales para gobernar con pocos votos. Las próximas elecciones en España, Inglaterra y Estados Unidos son un ejemplo. Un trío de las Azores, trileros constitucionales, que también protagonizaban el comercio triangular con esclavos africanos.

Paco de Lucía despide en Algeciras. "Entre dos aguas"

Estrecho de Gibraltar y Rif. Frontera norte, frontera sur.
Un viaje entre fronteras, de Algeciras a Málaga por el norte de Marruecos. Frontera norte o frontera sur según se mire. Los europeos hemos quitado muros al Este y los estamos construyendo al Sur.
El Estrecho lo forman cuatro ciudades que pertenecen a tres países, hablan cinco idiomas y comercian de varias formas. Las mercancías llegan al sur en ferry y a hombros de mujeres porteadoras. La marihuana marroquí y la cocaína colombiana llegan al norte en lanchas rápidas. Los migrantes intentan llegar al norte como pueden. Las identidades viajan en nuestras emociones, y los abogados y financieros blanquean los beneficios ilegales en Gibraltar y la Costa del Sol.
Algeciras es una puerta del Estrecho y la Plaza Alta, el centro del barrio cristiano, está llena de banderas españolas. En los bares toman cerveza grupos de jóvenes que pueden ser policías o militares. A pocos metros, en el barrio del puerto de Al Jazeera se come con las manos en mesas compartidas y no se bebe alcohol. El te se acompaña con pastelitos de frutos secos y miel. Por la noche la calle se convierte en un mercado de segunda mano. "Moroloco", un libro de Luis Esteban, escritor y policía nacional de Algeciras, es un buen referente aunque sesgado porque los imprescindibles corruptos son guardia civiles y políticos.
El comercio en el Estrecho es el juego del gato y el ratón. Para secuestrar a un petrolero iraní, Estados Unidos dio mucho dinero a su capitán indio para que lo llevara desde Gibraltar a un punto de aguas internacionales. Con las motos de agua han aumentado las entradas ilegales por mar. Hay ferries cada hora a Tánger y Ceuta aunque en invierno casi no llevan pasajeros. De esos comercios sobrevive Ceuta, aunque ayudan los sueldos de muchos empleados públicos y los intentos de atraer con baja fiscalidad a empresas del juego fugitivas de Gibraltar por el Brexit.
Tánger es la "Casablanca" de la película, con un puerto moderno, Tanger Med, con tren, autopista y muelle militar, para liderar el comercio marítimo del Estrecho y África occidental. En la Medina se recuerda el paso de muchos intelectuales cuando su población era internacional. Ahora es marroquí, se conserva el francés y el único español citado es Juan Goytisolo. Un premio Cervantes nacido en Barcelona, de nombre vasco, que vivió en Marrakech y supo ver España desde el otro lado del muro.

Rincón de la medina de Tánger. Cerca de la ciudad moderna.

En Tetuán te entienden mejor en castellano porque fue capital del protectorado español y pueden viajar a Ceuta. De allí salieron los aviones de Hitler que trasladaron al ejército africano a España y le permitieron ganar la guerra. El Rif se llamaba Mauretania cuando los romanos, mucho antes del islam, y la gente era mora antes que musulmana. Los abuelos lucharon con Abd-el-Krim contra los españoles y cobraban rescate por los prisioneros. Los padres con Franco en la guerra y cobraban saqueando los pueblos ocupados porque el sueldo se lo quedaba el sultán. Los hijos intentan atravesar a España para labrarse un futuro en Europa. En los viajes te cuentan cosas las personas que encuentras y los libros que lees. "El pan a secas", de Mohamed Chukri y "El tiempo entre costuras", un libro y serie de éxito, ayudan a entender esa tierra y la compleja relación con España.
Con autobuses y "grand taxis" voy saltando de ciudad en pueblo, y en los pueblos del Rif no hay alcohol, pero en Ketama, a 1500 metros de altitud y mucho frío, me ofrecieron una tableta de hachís por 10 €, unas diez veces menos que en España. En Marruecos no es legal pero en ese clima es lo único que se cultiva y hay gente poderosa en el negocio.


El islote en la bahía, Peñón de Alhucemas, queda del imperio que fue.

Siete horas de bus a Al Hoceima y cinco más a Nador y Melilla. Después de perder la colonias de Cuba y Filipinas, España quiso participar en el reparto de África. Le tocó lo que sobraba. El Rif, un lugar del que no podía sacar nada y lo podía perder todo. En el Barranco del Lobo, por una mezcla de incompetencia y corrupción de los generales españoles, murieron muchos soldados. El gobierno quiso enviar reservistas y desencadenó la Semana Trágica. Enviar a morir a jóvenes pobres, que no podían pagar para ser excluídos, era un crimen de estado. En Annual se repitió el desastre y murieron miles. Cuando el gobierno preparaba retirarse, el líder Abdel Krim cometió el error de atacar a los franceses y ellos plantearon a los españoles un desembarco en la bahía de Alhucemas. Es un lugar bellísimo manchado de sangre. Una larga playa rodeada por acantilados a la que se llega por un escarpado valle. Muy cerca hay un islote que España todavía reclama como suyo. Esas posesiones ahora son una pesadilla. Las islas Chafarinas, otra surrealista posesión española al este de Melilla, han recibido embarcaciones con migrantes en sus islas desiertas que han obligado a los seis soldados de guarnición a echar una mano.
Nador tiene conexión con el Marruecos próspero de las ciudades imperiales, pero se percibe que su negocio es la cercanía a Melilla. Subsaharianos pasando el tiempo en espera de encontrar una brecha en los muros. El monte Gurugú tiene vallas para impedir campamentos y el puerto es compartido. El muelle este es de Nador, el oeste es de Melilla. Supermercado de productos nuevos en el lado español. Mercado callejero de segunda mano en el marroquí.

Luces de Navidad en Melilla. También hay para fiestas musulmanas.

Melilla la Vieja es una ciudad fortaleza rodeada de acantilados. Las guerras siempre son negocio para alguien y cuando las guerras coloniales, un discípulo de Gaudí construyó una ciudad con edificios modernistas, la mayoría encargados por comerciantes judíos que hacían negocios con los sefardíes expulsados de España a Marruecos. Ahora los únicos trabajos legales para los peninsulares son funcionarios, puerto y aeropuerto.
Una estatua recuerda al soldado de reemplazo y lo presenta, sin ironía, como precursor del turista. Otra estatua recuerda al coronel Franco que allí empezó su sanguinaria carrera. Los muertos de los desastres coloniales comparten cementerio con los asesinados en la sublevación contra la República. En Melilla se adelantó un día y la guerra civil ya había terminado cuando empezaba en el resto de España.
Melilla, como Ceuta, parece un espacio entre muros y el siguiente muro es el mar de Alborán. Seis horas de ferry hasta Málaga por la frontera que une y separa la mayor desigualdad del mundo.

Las Palmas, Mauritania, Senegal, Gambia.

Algeciras, Melilla, Tánger, Tetuán, Al Hoceima, Nador, Melilla, Málaga.

Detalles del viaje

Viaje de 15 octubre a 3 noviembre de 2019. Vuelo a Las Palmas de Gran Canaria. Vuelo a Nouadhibou. Viaje en vagón de carga de tren minero por el desierto hasta Choum. Furgoneta compartida hasta Atar. Alquiler de 4x4 con guía a Chingueti, Ouedane y los oasis y desierto de Adrar. Bus y caminadas en Nouakchott. Bus a la frontera de Rosso y paso en piragua del río Senegal. Taxi compartido a San Louis. Bus a Dakar. Llegada de Conxita en vuelo desde Barcelona. Ferry a Isla de Gorée y caminadas por los barrios de Dakar. Medina, Plateau, Soumbedioune y Almadies. Alquiler 4x4 con conductor hasta Djifer en el delta del Siné-Saloum. Piragua hasta Tubacuta. Taxi a la frontera con Gambia en Karang. Bus a Barra y ferry a Banjul. Bus y taxi a Serekunda, Bijilo y Kachikally. Vuelo a Barcelona. Estancia en campements, hostels y hostales.

Viaje del 22 noviembre al 2 diciembre de 2019. Tren a Madrid y Algeciras. Ferry a Ceuta, caminata monte Hacho y centro. Bus a frontera y grand taxi a Tánger. Estancia y caminata en la Medina. Bus a Tetuán. Bus a Al Hoceima, caminata bahía y acantilados. Bus a Nador. Bus a frontera y caminada a Melilla. Ferry a Málaga y tren a Barcelona. Estancia en casas particulares, hostels y hostales.

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